La Receptora de Trasplante de Corazón de Stanford Celebra un Histórico 30mo. Aniversario

La Receptora de Trasplante de Corazón de Stanford Celebra un Histórico 30mo. Aniversario

Este miércoles 8 de octubre, la recién casada Lizzy ??Craze, de 32 años, irá a trabajar a su empleo de atención al cliente en Silicon Valley. Luego, es probable que se escape y disfrute de una buena cena. Cosas bastante normales. Pero para los que la conocen, no va a ser un día cualquiera. En cambio, se celebrará el 30mo. aniversario de su trasplante de corazón en Stanford en 1984.

Lizzy Craze, now 32, after her heart transplant surgery in 1984. (Photo: Business Wire)

Lizzy Craze, now 32, after her heart transplant surgery in 1984. (Photo: Business Wire)

El día representa un hito en la historia de los trasplantes cardíacos pediátricos. Esto se debe a que Lizzy no necesitó reemplazar el corazón del donante durante los 30 años que estuvo latiendo en su pecho. Ella es la única receptora de trasplante de corazón de los Estados Unidos y, probablemente, del mundo, en sobrevivir 30 años con el corazón del mismo donante que recibió cuando era niña.

“En 1984, se esperaba que sobreviviera con mi nuevo corazón entre cinco a 10 años”, manifestó Lizzy, cuya familia perdió tres hijos a causa de una miocardiopatía dilatada familiar y cuyo hermano mayor sobreviviente también tuvo un trasplante de corazón.

1984 fue un año clave para los trasplantes cardíacos pediátricos. Aunque los trasplantes se habían realizado en niños mayores, ese año marcó la primera serie de trasplantes de corazón en niños pequeños (menores de 5 años) en un puñado de centros de trasplante, como Stanford y Columbia. Era algo revolucionario.

“Nadie estaba seguro en ese entonces si el corazón de un donante podría incluso crecer si se implantaba en un niño tan joven”, señaló el cardiólogo, Dr. Daniel Bernstein, que guió la atención de Lizzy durante toda su infancia en Lucile Packard Children’s Hospital Stanford y el programa Heart Transplant.

La cirugía, que algunos consideraron experimental, se produjo en un momento dramático. Lizzy estaba a pocos meses de su tercer cumpleaños, cuando su corazón aceleraba sus fallas. Un trasplante era su única opción.

Ella no pudo haber estado en mejores manos. La cirugía pionera fue dirigida por el fallecido Dr. Norman Shumway, el padre del trasplante de corazón estadounidense, que realizó el primer trasplante de corazón exitoso en adultos en Estados Unidos en 1968, en Stanford. En el equipo de Shumway estaba el Dr.Philip Oyer, que sigue activo como profesor de cirugía cardiotorácica en la Escuela de medicina de la Universidad de Stanford.

Lizzy era la receptora más joven de un trasplante de corazón exitoso de los Estados Unidos en el momento de su trasplante.

Pero muchos médicos asumieron que su nuevo corazón necesitaría reemplazo en algún momento. Los corazones trasplantados pueden fallar debido al rechazo de órganos u otras complicaciones; los otros niños pequeños que recibieron corazones de donantes en 1984 o bien fallecieron o eventualmente necesitaron otro trasplante de corazón.

Bernstein señaló que él y su equipo “tuvieron que hacer muchos malabares nunca hechos para manejar el trasplante de Lizzy. Incluso pedimos prestadas algunas técnicas que utilizan los médicos de trasplantes renales. Por ejemplo, tratamos a Lizzy cada dos días con esteroides para que crezca. También utilizamos la ciclosporina inmunosupresora, que acababa de ser lanzada. Con el tiempo, y a medida que aprendimos más, descubrimos que las probabilidades de vivir mucho más tiempo con el corazón trasplantado, originalmente, aumentan cuando se superan los 10 años de edad. El sistema inmunológico del cuerpo se adapta mejor al nuevo corazón”. (Lizzy necesitaba un trasplante de riñón cuando era adolescente debido a los efectos secundarios de los medicamentos contra el rechazo.)

No hizo daño que Lizzy haya sido una paciente modelo. “Conozco la importancia de tomar mis medicamentos y estar físicamente activa”, señaló. De hecho, su novio y ahora esposo, Jeff, le propuso matrimonio recorrían Yosemite como mochileros el año pasado, y el 5 de octubre ella completó la media maratón Rock’n’Roll en San José.

¿Pero vivir 30 años con el corazón trasplantado originalmente? Nadie podría haber anticipado el hito. “Creo que este caso es un monumento a lo que todavía no entendemos en el campo de la biología”, manifestó Bernstein, quien también es profesor de pediatría en la Escuela de medicina.

Cuando cumplió 18 años, Lizzy se “graduó” del Lucile Packard Children’s Hospital y fue transferida al programa de trasplante de corazón adulto en Stanford. “Esa transición a un equipo de atención diferente puede ser difícil”, señaló la Dra.Sharon Hunt, Directora médica del Programa posterior al trasplante de corazón en Stanford Health Care, “e hicimos un gran esfuerzo para que fuera lo más delicada posible. En el caso de Lizzy, esto fue fácil porque ella es una paciente ideal”. Hunt, profesor de medicina cardiovascular de la Escuela de medicina, estuvo en Stanford cuando se produjo el trasplante pionero. “He podido ver su desarrollo profesional y personal, y ha sido divertido”.

“Su historia es realmente inspiradora”, señaló Mary Burge, LCSW, trabajadora social en Stanford desde 1980. Burge estuvo allí para apoyar a los padres, Susan y Charles Craze, cuando Lizzy recibió su trasplante, y también en 1983 cuando el hermano de Lizzy de 16 años de edad, recibió su trasplante de corazón. Burge todavía trabaja con pacientes en el Lucile Packard Children’s Hospital. “Cuando se encuentra con nuevas familias que se sienten devastadas al saber que su hijo morirá sin ser trasplantado, se ven están alentados por la manera positiva como Lizzy vive su vida. Y cuando comparto fotos de Lizzy, ven que es ella no es tímida a la hora de mostrar su cicatriz. El orgullo y la alegría con los que Lizzy vive su vida brindan una esperanza impresionante a los demás”.

A pesar de todo, Lizzy y su familia nunca han olvidado el poder de la donación de órganos. “Siempre somos conscientes que, en una época de increíble dolor, la familia de un extraño me dio el regalo de la vida”, señaló Lizzy. “Estamos eternamente agradecidos”.

Lizzy lo retribuye ayudando a otros. Ella es miembro del Consejo asesor de pacientes trasplantados en Stanford Health Care y realiza un seguimiento de las historias de trasplante de corazón y de pacientes de todo el mundo. “Creo que es genial para otros receptores de trasplante de corazón que sepan que, como yo, se puede vivir una vida larga y totalmente normal”, señaló Lizzy, que estuvo de luna de miel en África este año. Y en la celebración de su aniversario, está recaudando dinero y concientizando para Donate Life California en http://bit.ly/1CEg24S.

Y a pesar que Lizzy alcanzó un nivel de fama similar al de Wikipedia, ella sigue tomando el aniversario con calma. Realmente no hay grandes planes para el 8 de octubre. Por supuesto, si la ves corriendo normalmente ese día, será fácil reconocerla. Eso es porque ella tendrá puesta la camiseta personalizada que mostró en la media maratón de San José. ¿En el frente? Dice, Me cambiaron el corazón en Stanford. En la parte posterior, beneficiaria de trasplante cardíaco en 1984.

Sólo una persona puede usar esa camiseta.

Acerca de Stanford Children’s Health y Lucile Packard Children’s Hospital Stanford

Stanford Children’s Health, con Lucile Packard Children’s Hospital Stanford como sede central, es un líder internacionalmente reconocido por su cuidado infantil de clase mundial y por los resultados extraordinarios en todas las especialidades de pediatría y obstetricia, desde las rutinarias hasta las inusuales, para todos los niños y mujeres embarazadas. Junto a los médicos, enfermeras y personal de Stanford Medicine, ofrecemos nuestra investigación y atención innovadora a través de asociaciones, colaboraciones, difusión, clínicas especializadas y centros de atención primaria en más de 100 localidades de la región occidental de EE. UU. Como organización sin fines de lucro, estamos comprometidos a apoyar a nuestra comunidad (desde el cuidado de niños sin seguro o con seguro insuficiente, adolescentes sin hogar y madres embarazadas, hasta la ayuda para restablecer el cargo de enfermeras escolares en las escuelas locales). Para obtener más información sobre nuestra gama completa de programas de excelencia y nuestra red de atención, visite stanfordchildrens.org y nuestro blog Healthier, Happy Lives. Únase a nosotros en Facebook, Twitter, LinkedIn y YouTube.

El Lucile Packard Children’s Hospital Stanford es la sede central del Stanford Children’s Health y es uno de los mejores hospitales de la nación para el cuidado de los niños y las mujeres embarazadas. Por una década, hemos sido clasificados como el hospital de niños número 1 en el norte de California de acuerdo con la encuesta Best Children’s Hospitals 2014-15 de U.S. News & World Report y somos el único hospital en el norte de California en recibir el Top Children’s Hospital award nacional para 2013 de Leapfrog Group por calidad y seguridad en la atención del paciente. Descubra más en stanfordchildrens.org.

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