Murió Roberto Clemente y así lo reportó El Diario
Ejemplares extraídos del archivo dan cuenta de lo ocurrido hace 40 años
Portada del 2 de enero de 1973 en la que se destaca el accidente en que Roberto Clemente perdió la vida. Crédito: fotos ARCHIVO
NUEVA YORK El 31 de diciembre de hace 40 años murió Roberto Clemenete: el pelotero, el héroe, el caballero, el ejemplo, el bondadoso, el número 21, el amigo, la estrella de béisbol que volaba a Nicaragua a llevar ayuda para los afectados por un terremoto que mató a 10,000 personas y dejó a otras 400,000 en la indigencia.
La noticia fue un golpe que hoy día todavía duele. Su muerte llenó de desconsuelo al deporte del béisbol y la comunidad puertorriqueña tanto en la isla como en Estados Unidos.
La tragedia hizo que en esos primeros días de 1973 varios personajes hablaran sobre la figura de Clemente, palabras que quedaron registradas en las páginas de El Diario/La Prensa.
La figura de Clemente era tan grande que este periódico le dedico varias páginas con notas en las que figuran desde José Antonio París, quien vio desplomarse el avión, el pelotero Willie Mays, y hasta el presidente Richard Nixon.
Los reportes también resaltan las conexiones que el número 21 de los Piratas tenía con América Latina. De acuerdo a una nota, en Panamá la noticia afectó a peloteros amigos de Clemente y a soldados puertorriqueños acuartelados en la zona del Canal de Panamá.
Por otra parte, un reporte desde Perú destaca los titulares de los periódicos de aquel país en los que se da la noticia y a Clemente se le llega a llamar el ‘Pelé del béisbol’. En Venezuela, el periódico deportivo Meridiano dijo que, “Clemente nació en Puerto Rico pero era propiedad de América”.
De vuelta en Estados Unidos, el entonces presidente Nixon dijo que Clemente “fue un hombre muy bondadoso y uno de los más grandes peloteros de nuestro tiempo”. El Diario también registró el sentir de la comunidad puertorriqueña en Nueva York.
Aquí se organizó una misa a la que fue el embajador de Nicaragua; hubo una marcha silenciosa para honrar a Clemente y hasta en los guantes de oro se pidió un minuto de silencio en su memoria.
Sin más palabras, presentamos aquí esas páginas que a casi 40 años, nos cuentan un poco sobre cómo se vivieron esos asiagos días de 1972 y 1973.
