Pozo: una vida llena de música y pintura

La música es solamente una de las facetas del trabajo artístico que Pozo desarrolla cotidianamente, sus otros amores son el diseño y la pintura.

La música es solamente una de las facetas del trabajo artístico que Pozo desarrolla cotidianamente, sus otros amores son el diseño y la pintura. Crédito: fotos cortesia

Nueva York — El joven de origen dominicano Pozo es uno de esos artistas a los cuales es difícil descifrar. Su actitud relajada transmite un mensaje de tranquilidad, pero por otro lado, sus varios compromisos sugieren una vida agitada.

Y es que el quisqueyano no solo es empresario, sino que también se dedica a la pintura y la música.

Según nos contó, desde pequeño inició clases de pintura en la República Dominicana de donde sus padres son originarios, pero pronto obtendría una beca en “Parsons” lo cual le hizo tomar la decisión de mudarse a Nueva York, su ciudad natal.

En lo que fue un giro del destino, Pozo descubrió el mundo de la música cuando su hermano lideró la iniciativa de formar una banda musical, y aunque no sabía cómo tocar instrumentos, el artista se dio a la tarea de aprender la guitarra. La banda posteriormente se llamaría “Sonido Secreto”, el cual es uno de los grupos de rock alternativo más populares del Alto Manhattan.

“La gente me decía que yo era bueno en la guitarra, pero yo aun no siento que lo soy. En la banda prácticamente nosotros mismos nos enseñamos a tocar”, afirma el músico y pintor.

Pozo también ha realizado trabajos musicales independientes. Su primer álbum titulado “In the Cage” es una producción instrumental que se publicó el año pasado a la que él define como una fusión experimental que combina rock, blues y electrónica.

Su nuevo álbum titulado “The Last Caravan at the Silk Road” ofrece un concepto muy interesante, también instrumental, en el que el intérprete plasma su admiración por los sonidos musicales árabes y de la India.

Esta nueva producción estará disponible electrónicamente a partir del próximo viernes. “Es música buenísima para cocinar o para pintar”, manifiesta.

Este florecimiento creativo del artista también ha venido acompañado por un reencuentro con su primer amor, la pintura, la cual dejó de hacer por unos años mientras según asegura “se encontraba en busca de sí mismo”.

Actualmente Pozo ha completado dos colecciones de cuadros, algunos de los cuales ha utilizado como cubierta de sus propios discos y los de “Sonido Secreto”. Curiosamente, su fuente de inspiración para realizar estas obras de arte proviene de los más simples elementos cotidianos. “Un día estaba en el tren y vi una mancha de café sobre la cual empecé a tener visiones, esa fue la idea para hacer uno de los retratos”, confiesa.

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