Hay que mejorar el Proyecto de Unidad Familiar para Inmigrantes de Nueva York

Como directora de Fe en Nueva York, que representa a miles de neoyorquinos de fe, sabemos que nuestros textos sagrados nos mandan a tratar a los inmigrantes con dignidad.

Así que estábamos muy enojados con las redadas de inmigración que pasaron durante las primeras dos semanas de febrero, en las cuales ICE detuvo miembros de muchas comunidades de fe alrededor de nuestra ciudad.

En Fe en Nueva York hemos estado apoyando a una de estas familias, un padre que fue detenido fuera de su casa.

Su esposa Susana (nombre ficticio) ha recorrido la complicada red del sistema de inmigración roto de nuestro país. Después de mucha investigación, conocimos  el Proyecto de Unidad Familiar Para Inmigrantes de Nueva York (NYIFUP), un programa que provee abogados gratuitos para inmigrantes de bajos ingresos que están enfrentando la deportación y no pueden pagar un abogado privado en la Corte de Inmigración en Varick Street.

En estas cortes, si no tienen el dinero para un abogado privado, no hay defensores públicos y los detenidos se tienen que representar a sí mismos. El Concejo de la ciudad de Nueva York intentó resolver este problema creando el programa de NYIFUP.

Sin embargo, la implementación actual de este programa tiene algunos retos serios que la ciudad tendrá que enfrentar mientras que el presidente Donald Trump está preparando su máquina de deportación.

La representación legal por NYIFUP debería estar disponible desde el momento que alguien es detenido, no en la primera audiencia en la corte cómo funciona actualmente el programa.

El tiempo de espera desde que alguien es detenido hasta su primera cita en la corte es entre 2 o 3 meses, lo cual es tiempo precioso para que los abogados y familias puedan  preparar su caso. En cambio las familias están ansiosas y con miedo por estos 2 a 3 meses sin ningún apoyo ni guía legal. Aunque esto requerirá más recursos y tiempo de los grupos de asistencia legal que la Ciudad contrata para hacer este trabajo, este costo debería ser especialmente apoyado por el Alcalde.

La Ciudad también debe crear recursos más claros que expliquen el programa; en los primeros días después de que Susana supo que su esposo fue detenido, ella recurrió a varios de los abogados privados de inmigración que pudo  encontrar, ya que no conocía del programa de NYIFUP al que su esposo era elegible.

No fue por falta de investigación, sino porque no hay ninguna información en la página internet de la ciudad explicando el programa en ningún idioma.

Mejorar el programa de NYIFUP podría ayudar a bajar la eficacia de la máquina de deportación que Trump está construyendo – pero  esto no es suficiente. NYC no es una ciudad santuario real hasta que el Alcalde termine la práctica de “broken windows policing”, que permite cargos criminales y arrestos para infracciones menores.

Estos arrestos, aún sin condena, son la justificación necesaria para que las autoridades de inmigración deporten a nuestros vecinos y familiares bajo la administración de Trump. Hasta que el Alcalde enfrente y resuelva  esta situación,  el programa de NYIFUP debe mejorar, ya que desafortunadamente más familias necesitan de este programa en los meses y años que vienen.

-Onleilove Alston es la directora ejecutiva de Fe en Nueva York 

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