Hablar de finanzas es romántico

Las cuentas claras son claves en una relación de pareja sana

Hablar y compartir ideas y planes financieros es crucial para la estabilidad de la pareja./Shutterstock

Hablar y compartir ideas y planes financieros es crucial para la estabilidad de la pareja./Shutterstock Crédito: Shutterstock

La primera cita de una pareja puede ser la última si una de las dos personas empieza a hablar de las finanzas conjuntas de futuro. No hace falta correr pero conversar sobre dinero es clave para una relación que quiera tener futuro.

Junto con la violencia doméstica, el dinero es el otro motivos que con más frecuencia separa a una pareja, casada o no. “La ceremonia de matrimonio toma cinco minutos pero el divorcio puede durar años y lo menos romántico del mundo es un divorcio”, dice la abogada Jane Shortell de la Legal Aid Society de Nueva York. Hay que tener en cuenta que casi el 50% de los matrimonios acaban en divorcio.

Este diario se ha sentado con abogadas de esta firma, Laura Rossel y Shortell, para hablar del dinero en la pareja y estas son algunas de las conclusiones.

1. Hay que hablar de finanzas al principio y cuando todo es bonito. Estas abogadas aconsejan que se hable de la gestión del dinero de pareja antes de casarse o de vivir bajo el mismo techo. “Incluso si se acuerda que una de las personas se ocupa de las finanzas, la otra tiene que estar al día y conocer los detalles, saber qué facturas se han pagado y cuáles son estas”, explica Russell que extiende estas precauciones a la presentación de impuestos ya que cuando un matrimonio presenta taxes conjuntamente ambos son responsables. Lo mejor es tener la conversación cuando se dan los primeros pasos para la vida en común. Se puede hablar de los planes de futuro y cómo conseguirlos, algo que abre la conversación sobre dinero.

También se pueden dividir las facturas “y si uno de los dos menciona que su puntuación de crédito es bajo y por ello tienen que poner depósitos para contratar el teléfono, es un buen momento para hablar de cuán malo es este informe y por qué. Es algo que abre la conversación”, dice esta abogada. “Hay que estar de acuerdo en cómo se va a gastar el dinero, cómo se gestionan las deudas e invertir, es algo que uno necesita explorar antes de casarse o comprometerse a compartir todo”.

Cuando se hacen acuerdos privados con la pareja hay que notarizarlos de forma especial./Shutterstock

2. Prestar atención a las señales de peligro. Cuando se está enamorado se racioanalizan y normalizan las actitudes y conductas que alertan de lo peligrosa o complicada que es la relación. Russell explica que una de estas señales es que uno de los miembros de la pareja decida ser quien gestiona el dinero sin dar explicaciones porque es él o ella quien lo gana o gana más que su pareja. “Eso es algo que se necesita clarificar antes de casarse o una pareja se comprometa a vivir junta. Hay que saber si esta relación es la mejor para los dos”. Para esta abogada esta es una situación problemática porque impone las necesidades y obligaciones de uno solo (se compra el carro que uno quiera y no se paga algo que esté pendiente, por ejemplo) en la pareja y es un comportamiento que continua y enrrarece la relación. “Hay que estar seguro que las dos partes quieren lo mismo”, dice.

Otra señal de peligro es que si la puntuación de crédito de uno de los dos es mejor, se pongan las facturas a nombre de solo una parte de la pareja, la que mejor historia crediticia tiene. Con ello se evita tener que dejar depósitos en ciertos servicios o pagar más intereses si uno de los dos no tiene historia crediticia o esta es débil. Según Russell, esta es una trampa a evitar porque cuando llega la crisis hay una persona que se queda con todas las cuentas encima y si no las paga echa a perder su crédito.

Las abogadas apuntan que tanto los activos como las deudas deben estar a nombre de los dos para que la pareja esté invlucrada con ambos aspectos financieros.

Si aparecen cuentas o tarjetas que desconocía uno de los miembros de la pareja hay que estar atento. Sobre todo en casos de tarjetas de crédito porque si uno de los esposos tiene una con deuda antes del matrimonio no pueden demandar el pago a la pareja pero aún así se perjudica el historial de crédito familiar.

3. Estar atento al régimen económico matrimonial. Si no hay un acuerdo prenupcial, todo lo que uno tenga antes de un matrimonio, mientras se mantenga en su nombre y no haya sido pagado con dinero marital, es solo de esa persona. Una cuenta de jubilación premarital es del titular de esta pero todos los incrementos durante el matrimonio son de ambos. Si una de las partes decide hacer codueño a su pareja, por ejemplo de una cuenta corriente, entonces esta puede reclamarlo. Las abogadas recomiendan que si se tienen activos de alto valor es se hable con un abogado.

4. Hay errores que terminan siendo un gran problema. El más frecuente dice Shortell es que la escritura de propiedad de una casa comprada conjuntamente acabe teniendo solo el nombre de uno. “Es mi experiencia que cuando llegan los malos tiempos, algunos clientes se quedan sorprendidos al descubrir que no tienen la propiedad porque su nombre no está en las escrituras (deed) a pesar de que haya colaborado en pagar las mejoras, el pago inicial y la hipoteca”, dice esta abogada. En un proceso de divorcio se pueden conseguir algunas compensaciones si no se está en la deed pero no, por ejemplo, la equivalente a la revalorización de la casa durante los años. Si se es propietario, hay que estar en la deed.

Si uno de los miembros de la pareja que no está en las escrituras es conveniente que guarde los recibos de los pagos que ha hecho o a los que ha contribuido. El consejo es: “si se compra una casa hay que estar en las escrituras, no solo en la hipoteca, sobre todo si no se está casado. Y si por alguna razón eso no es posible, guarde los recibos para evitar irse con las manos totalmente vacías en el caso de que el matrimonio o la pareja se acabe”.

Recordar, en cualquier caso, que los acuerdos privados de dinero, un préstamo por ejemplo, hay que notarizarlos. Sobre todo cuando la pareja no está casada. En estos casos hay un lenguaje específico que hay que dejar en manos de un abogado.

5. Mantener una cierta vigilancia. “El matrimonio es una sociedad y cabe esperar que los esposos sean honestos pero no siempre ocurre y esa es una razón para la ruptura”, dicen Shortell y Russell. Pero hay veces que las cuentas no parecen cuadrar y cuando eso ocurre es bueno buscar la transparencia sobre los ingresos y los gastos. Hay quien toma préstamos contra su plan de pensiones y no lo explica a su pareja. Es una mala sorpresa.

Para…

  • Cuando la muerte separa a las parejas no es inusual encontrarse con sorpresas. Se puede hacer testamento conjunto pero no es obligatorio e incluso después de hacerlo una de las partes hace uno posterior (que anula el anterior en la parte que le corresponde) y no tiene por qué haberlo dicho a la pareja.
  • Los planes de pensiones pasan a los beneficiarios, pareja o no.
  • Para asegurar que una cuenta va a transferirse a una persona en particular puede añadir en el mismo banco “in trust for” quien usted decida.

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