Columbia premia a periodista salvadoreño
Nueva York – El salvadoreño Carlos Dada, director y fundador del periódico digital El Faro, recibirá el 26 de octubre el premio María Moors Cabot a la excelencia periodística en América Latina y El Caribe, otorgado por la Universidad de Columbia.
Dada fundó El Faro en 1998, cuando los medios digitales empezaban a ganar terreno. Sus primero lectores fueron salvadoreños radicados en Estados Unidos. Trece años después de emprender la difícil cruzada con escaso presupuesto, recibir el premio es una estímulo para Dada y su equipo.
“Hay reporteros que trabajaron siete años sin sueldo”, dijo. “El periodismo no es un trabajo, es un bien común. Nadie debe hacer periodismo si no está dispuesto a generar cambios”, enfatizó.
Dada, quien vivió exiliado 16 años en México “cuando El Salvador Sangraba”, recordó el terremoto que azotó a su país en 2001 como la historia que fortaleció su temple periodístico.
“No se necesitaba periodistas, se necesitaba rescatistas. Me sentí inútil”, dijo con tristeza. “Ver entre escombros el juguete de un niño te anticipa a la desgracia. Te conecta con el dueño del objeto aunque no lo conozcas. Se hace parte de ti”.
Dada comentó que fundó El Faro con su socio Jorge Simán, motivado por su inconformidad ante el bombardeo de información parcial.
Con 16 años de trayectoria periodística y siendo corresponsal para diferentes medios en 20 países, Dada no es autocomplaciente con su trabajo, ni el de sus colegas.
“Investigamos, preguntamos y escuchamos. Vamos a donde está la noticia. No somos periodistas de escritorio. Analizamos la información”.
Dada destacó que en países azotados por la violencia, la corrupción y la impunidad, hacer periodismo de investigación puede generar el cambio que ansia un pueblo cansado.
Los periódicos mexicanos El Diario de Juárez y Río Doce de Culiacán, Sinaloa; también serán reconocidos con el prestigioso premio María Moors Cabot.
En septiembre de 2010, El Diario de Juárez envió un mensaje al crimen organizado en un editorial tras el asesinato de dos de sus periodistas: “No es una rendición” sino “una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley en esta ciudad”, decía el texto.
