Cuando muera, vélame parao

Esto no es gracia, sino una nueva modalidad de velar a los muertos en Puerto Rico. Todo comenzó hace tres años cuando el joven vinculado al narcotráfico, Antonio L. Pantojas, de 24 años, fuera asesinado por un saldo de droga.

Pantojas presentía que su vida podía ser breve y ante el temor de una muerte fugaz –días antes de morir, hizo el siguiente pedido: “Quiero que me velen parado en la sala de mi casa y me pongan en la mano mi cigarrillo favorito… un Newport, once tiros más tarde– yacía Pantojas velado con su ropa favorita y de la forma deseada. Lo mismo pasó con David Morales después de ser ultimado a sangre fría por unos sicarios a sus 22 años. “El Matatán” como era apodado, pidió que si moría, colocaran su cuerpo muerto en su motora Repsol y le concedieran así, su última trillita.

Estos inusuales velatorios provocaron el interés de Edgardo Velázquez desconociendo que la muerte lo sorprendiera de manera accidental al zafársele un tiro a uno de sus compañeros de trabajo.

“La ambulancia, quiero que me velen en una de mis ambulancias, habría pronunciado este dueño de una compañía de primeros auxilios y, así fue. –Como si fuera poco– Carlos M. Cabrera, quien fue muerto a batazos limpios por unos desconocidos, no quiso quedarse atrás con eso de las nuevas formas de velar a un muerto, por lo que el Che Cabrera –como le llamaban– fue expuesto sentado y vestido como militar en la cancha de baloncesto del residencial en el que vivía.

Suenan geniales, originales, y hasta ocurrentes estas maneras de velar a los muertos. Sin embargo, más que describir estos inusuales velatorios que han recibido atención internacional, en ellos existe un denominador común llamado violencia desmedida.

El impacto de la violencia y la criminalidad, así como el uso del alcohol y las drogas, son las grandes preocupaciones de la comunidad en general y esta problemática envuelve cada vez a más jóvenes. Un estudio realizado por el Centro de Prevención de la Violencia Juvenil Hispana de la Universidad de Puerto Rico, reveló que el homicidio fue la primera causa de muerte en Puerto Rico.

¿Qué proyectos de prevención tiene el gobierno para enfrentar y disminuir esta dolorosa realidad puertorriqueña? Ninguno, podría ser la respuesta.

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