Depresión postparto: una realidad

Se estima que un 10% de las madres sufren de esta condición psicológica

Los Ángeles – Aunque muchos lo desconocen, la depresión postparto es una condición psicológica que sufre el 10 por ciento de las mades y que puede afectar su salud y la de sus hijos.

Según indica la Dra. Anabel Castrezana, Psicoterapeuta de Kaiser Permanente en Santa Ana, California, este trastorno mental se presenta en una de cada diez mujeres que dan a luz.

“El 85 % de las madres sufren algún tipo de alteración del humor en el periodo post parto. Pero entre un diez y un 15% estos síntomas son significativos y se desarrollan en tres niveles: uno, tristeza postparto; dos, depresión postparto; y tres, psicosis postparto. Del más ligero al más severo en este orden”, señala el Centro de Salud Mental para Mujeres del Massachussets General Hospital en su sitio de Internet.

La depresión postparto “no solo la sufren las mamás que son madres por primera vez, sino aquellas que han sido madres anteriormente y han sufrido transtornos de ese tipo”, señala Castrezana.

Las causas más comunes que conllevan a este problema surgen cuando “la madre tiene conflictos con su pareja o familiares, ha tenido algún tipo de padecimiento mental anteriormente, o cuando el embarazo no fue deseado”, explica la psicoterapeuta.

Este transtorno puede hacerse evidente una o dos semanas después del alumbramiento, pero “incluso puede llegar a manifestarse después de tres o seis meses del nacimiento del bebé”, sostiene la especialista.

La experta en salud mental destaca que los síntomas de la depresión postparto son: cansancio, llanto excesivo sin motivo, desesperación, insomnio y falta de apetito, o lo contrario, exceso de alimentación. “Pero el más grave puede ser cuando se manifiestan pensamientos suicidas o deseos de hacerle daño al bebé”.

La forma de prevenir este transtorno emocional y psicológico es, como sugiere la psicoterapeuta, “fijarse como la madre está reaccionando hacia el embarazo. Es algo que ha recibido con alegría o no. A veces por cuestiones religiosas se continua con un embarazo que no se desea y eso ya es un riesgo”.

Castrezana enfatiza que “el apoyo de la pareja es sumamente importante. Ayudar a la madre con las labores del hogar y conversar con ella”.

Con toda seguridad, si la madre comienza a mostrar síntomas de depresión, el ginecólogo tendrá que referirla con un terapeuta y este a su vez impondrá un tratamiento que en la mayoría de los casos incluirá medicación.

“Algunas madres se niegan a tomar el medicamento porque prefieren amamantar a sus bebes. Pero en este caso, la estabilidad emocional de la madre es lo más importante. Solo así se puede prevenir una posible tragedia”, aseveró la psicoterapeuta.

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