Dietas y ejercicios para cada tipo de cuerpo

Hay formas de perder peso adaptándonos a la contextura corporal

Los Ángeles – ¡Alto ahí! Antes de empezar un régimen alimenticio o una rutina de ejercicios para bajar de peso tiene primero que estar consciente de su físico. La constitución corporal es primordial cuando la meta es adelgazar.

“Uno nace con una disposición genética a tener una complexión física específica y esto es algo que no se puede cambiar”, dice el doctor Wayne Scott Andersen, autor del libro ‘Dr. A’s Habits of Health: The Path to Permanent Weight Control and Optimal Health’. “Pero lo que sí podemos cambiar es la cantidad de grasa que se acumula en cintura, caderas, muslos, brazos, espalda…”.

Hay básicamente cinco formas de cuerpo: manzana, pera, reloj de arena, “H” y “V”. Las más comunes son las dos primeras, y la contextura en forma de pera se da más en las mujeres que en los hombres.

Quienes tienen el cuerpo en forma de manzana acumulan el peso adicional alrededor de la cintura. “La grasa abdominal es particularmente peligrosa para la salud”, alerta el doctor Andersen, director ejecutivo de Health Institute, organización que imparte entrenamiento y certificación en la emergente carrera profesional de consejería de la salud.

Este tipo de gordura mórbida, agrega el profesional de la salud, contribuye a enfermedades como la presión arterial alta, colesterol alto e inflamación que puede conducir a los padecimientos cardiovasculares.

La buena noticia para los que tienen este tipo de cuerpo es que una vez que comienzan a bajar de peso, la grasa acumulada en la cintura se pierde con rapidez.

Las personas con complexión en forma de pera tienen grasa extra alrededor de las caderas, mulos y glúteos. Esta grasa es menos peligrosa que la abdominal, pero más difícil de eliminar.

Matarse de hambre es la peor forma para bajar de peso. Estudios han demostrado que lo único que se logra con esta errónea práctica es desequilibrar el metabolismo.

Aunque suene trillado, el método más inteligente para bajar de peso es comer a horas, en forma balanceada y saludable, y hacer ejercicio.

“En una alimentación balanceada, el 50% de las calorías diarias deben provenir de los carbohidratos complejos, como las verduras y los cereales integrales. Otro 25% debe venir de una fuente de proteína baja en grasa, como el pescado, el pollo o los frijoles. Y el 25% restante de grasas saludables y no saturadas ni trans”, anota el doctor Andersen, quien ofrece conferencias sobre buena nutrición por toda la nación y en programas de televisión.

Además de estas medidas generales de nutrición saludable, el galeno explica que las personas con cuerpo en forma de manzana deben evitar los alimentos altos en azúcares, ya que esas calorías adicionales se almacenan directamente como grasas en la zona central del cuerpo.

Señala que tampoco deben ingerir alimentos procesados, ya que éstos tienen oculto una gran cantidad de azúcar. A menudo en forma de jarabe de maíz, ingrediente con alto contenido de fructosa. Incluso hay que cuidarse de los alimentos que no parecen tener dulce, como las comidas rápidas y muchos cereales envasados. Estos pueden estar cargados de azúcar.

Las bebidas alcohólicas son también mortales para las personas con forma de manzana. “Las calorías del alcohol son calorías vacías”, explica el doctor Andersen. “Es decir, que no aportan ningún nutriente al cuerpo, pero sí le proporcionan grasa extra”.

Pero si a estas personas les gusta tomar, estas deben de optar por vino rojo y limitarlo a cinco onzas por día.

Bajar de peso para las personas con cuerpo en forma de pera es otra historia. De acuerdo con el doctor Andersen, estas tendrán que “trabajar muy duro” tanto en la nutrición como en el ejercicios.

“(Las personas con cuerpo en forma de pera) tienen que comer estrictamente las proporciones adecuadas de la nueva guía de alimentos y mantener el consumo de grasas por debajo del 25% que se indica”, explica. “Es decir, que tienen que evitar las grasas animales saturadas y ajustarse a las grasas saludables como el aceite de oliva”.

El entrenador personal Michael González-Wallace, autor del libro “Súper cuerpo, súper cerebro”, y certificado por la Academia de Medicina Deportiva de Estados Unidos, asegura que, si bien es cierto que el ejercicio cardiovascular -a un ritmo lento, mediano e intenso- es fundamental en el proceso de perder peso, hay ciertos ejercicios que funcionan más que otros para reducir la grasa corporal según la forma del cuerpo.

Las personas con figura de manzana, por ejemplo, pierden con facilidad la grasa extra haciendo aeróbicos, corriendo, nadando, trotando, bailando, montando bicicleta, caminando a paso acelerado, subiendo y bajando escaleras.

Quienes tienen un cuerpo en forma de pera debe seguir una rutina de ejercicios que impacte en caderas, piernas y glúteos. Para estas zonas los mejores ejercicios son las sentadillas, el levantamiento de piernas y el ciclismo. Y para armonizar la proporción de la parte superior del cuerpo con la inferior se les recomienda hacer flexiones de brazos y usar las máquinas que incrementan el volumen de los músculos del pecho, espalda y hombros.

Las personas con cuerpo en forma de reloj de arena tienen que hacer ejercicios cardiovasculares que trabajen por igual en toda zona del cuerpo, como por ejemplo las flexiones de bíceps, la natación, el ciclismo estático, saltar la cuerda y trotar.

Aquellos con cuerpo en forma “V” (o triángulo invertido) tienen que usar las máquinas que dan volumen a piernas y pantorillas. Y los que tienen el cuerpo en forma de “H” tienen que trabajar la zona de la cintura.

“Para que el ejercicio y la nutrición funcione en la meta de perder peso hay que ser constante”, concluye González-Wallace, quien imparte clases de ejercicios de resistencia, coordinación, fortalecimiento de músculos y mejora de la postura y el equilibrio -así como de buena nutrición- en gimnasios y centros comunitarios de Nueva York.

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