Erigiendo las murallas de la justicia
En la biblia el profeta Nememias exigió al pueblo a ‘reconstruir las murallas” de Jerusalén. El pueblo se encontraba oprimido. Era pobre y pasaban hambre. Hubo bastantes personas que temían que la gente de Nememias estaba erigiendo las murallas con fines de empezar un alzamiento. Otros les hicieron una mofa diciendo que no iba a ser posible reconstruir las murallas. Pero Nememias prevaleció y lograron reconstruir las murallas de la ciudad, ganando el respeto de los que controlaban su país.
Mi buen amigo y compañero, el padre Solalinde, se encuentra en EE.UU. este mes, para hablar de las condiciones temibles que encaran los centroamericanos que viajan a todo lo largo de México en búsqueda de trabajo, en muchos casos regresando a sus familias en los Estados Unidos. La semana pasada, el padre Solalinde tomó la palabra en la manifestación de “Ocupar a Boston”. Les dijo a los jóvenes que ellos y él están luchando en contra del mismo sistema de avaricia. La pobreza de los países centroamericanos y la corrupción que tanto afecta a México vienen a causa, dice Solalinde, de la avaricia que ha robado la manera de vivir de los “99 por ciento” que están manifestando a lo largo y ancho de los Estados Unidos.
En México he estado trabajando con el Padre Solalinde para crear “espacios seguros” para los migrantes centroamericanos, que se encuentran sometidos a asaltos, violaciones sexuales y asesinatos en su camino hacia el norte. Los tratamos de proteger mientras que ayudamos a que les escuchen las voces.
La lucha para espacios de seguridad es algo que aprendí apreciar cuando estaba en el santuario en mi iglesia en Chicago. Lo que hizo la iglesia era proporcionar un espacio de seguridad en el cual pude permanecer con mi hijo, a pesar del orden de deportación, y también nos permitía hablar en nombre de los millones de familias afectadas por la separación, y de los 4 millones de niños, ciudadanos de los Estados Unidos, amenazados con la perdida de sus padres, madres o ambos.
Las manifestaciones de ocupar a ciudades como Nueva York, Boston, Chicago se están organizando para dar voz a la ira y frustración del pueblo. En la comunidad latina, sin embargo, tenemos también que defender a nuestro pueblo en contra de la separación. El congresista Gutiérrez, la Familia Latina Unida y la Campaña para los Niños Americanos recientemente ganaron concesiones de parte de la administración del presidente Obama.
En la ciudad de Nueva York actualmente está bajo consideración una política de parar toda cooperación con la cárcel de Rikers y la ICE (Migra). Chicago ya aprobó una legislación parecida. Pero al otro extremo, el estado de Alabama acaba de aprobar una ley permitiendo las autoridades procesar y encarcelar a los indocumentados. Como en la época antes de la guerra civil norteamericana, una vez mas existen “estados libres” y “estados con esclavitud” en los Estados Unidos.
La experiencia de los pasados tres años nos debe haber enseñado a todos que por su propia cuenta, el presidente Obama no nos va a defender.
¡A erguir las murallas defensivas de nuestras ciudades y vincularlos todos juntos! ¡Somos uno! ¡Somos muchos!