Márquez a buscar el nocaut

LOS ÁNGELES – No se detuvo en los rumores de esquina y calle porque prefirió que del tema chiquito hablaran otros.

Habló claro de lo que le incumbe. De lo que lo desvela, y de llevar al cuadrilátero del MGM de Las Vegas la mejor versión de su boxeo para derrotar a Manny Pacquiao.

Frontal y rotundo, Juan Manuel Márquez volvió a ser explícito en que ha logrado la mejor preparación en sus 18 años de carrera para torcerle el cuello a la historia.

Frontal y rotundo. Resuelto y confiado. Así se escuchó ayer el “Dinamita” en una extendida rueda de prensa telefónica desde Ciudad de México, donde cumple el trayecto final de su preparación para la pelea más importante de su carrera, el próximo 12 de noviembre.

“Sabemos del compromiso y de lo que representa para mí, ya no sólo por el rival, sino por el momento crucial de mi carrera, y por eso hemos llevado a cabo la mejor preparación posible”, dice el guerrero azteca, el único hombre, en años, que ha puesto en entredicho la invencibilidad del genial zurdo filipino.

“Le gané dos veces y nos quitaron esas dos peleas”, insiste convencido. “Por eso esta vez no le dejaremos la decisión a los jueces y vamos a buscar la victoria por nocaut”.

Está consciente de que desde aquellas dos batallas muchas cosas han cambiado, entre otras cosas porque “Pacman” se convirtió en una súper estrella capaz de victorias imposibles.

Usted fue un gran rival frente a Pacquiao, pero el Pacquiao actual, con más de 140 libras, es distinto. ¿Está de acuerdo en que él es un mejor peleador ahora y la victoria será más difícil?

“Los dos hemos cambiado. Se habla mucho de su nuevo peso, de su derecha y sus recursos, pero yo también he mejorado, y si ya le gané dos veces, puedo ganarle esta vez. Es un asunto de inteligencia y preparación”, afirmó.

Saber si puede llevar al ring el peso necesario para enfrentar a un hombre que ha molido a hombres de 147 y 154 libras debe ser la gran pregunta. Lo sabe Nacho Beristáin, su entrenador, y lo asume sin darle vueltas.

“Es un error tomar como referencia la pelea ante Floyd Mayweather Jr., en la que todos saben dimos mucha ventaja en peso. Aprendimos de eso, y esta vez Juan Manuel va a subir con el peso necesario que hemos estado trabajando. Y hay que decir también que Pacquiao no es Mayweather”, dice el veterano estratega.

No devela del todo en su explicación que entre el boxeo ultradefensivo de Mayweather y el estilo suelto, agresivo y frontal de Pacquiao, son estas maneras sobre el ring las que mejor se acomodan a un estilo de contraataque como el de Juan Manuel Márquez.

Que Pacquiao va a venir a buscar lo saben todos. Está advertido de sus feroces combinaciones de 10-12 golpes. Que cuidado con su derecha y su velocidad relampagueante. ¡Cuidado!

Lo saben todos, y por eso, en la tierra alta de México, Márquez se ocupó no sólo de dar el peso necesario arriba de 140 libras, sino de mantener su buen andar sobre el ring.

Acaso éste sea el gran secreto. Dar un montón de libras no va a ser complicado. Lo difícil es mover un peso en el que no está habituado a combatir, y mantener la rapidez de manos y piernas para cuando la pelea entre en lo más candente después del sexto asalto.

Desde que decidió ser un buscapleitos con rivales de más de 140 libras, Pacquiao bajó su porcentaje de nocáuts pero, invariablemente, a todos sus enemigos los envió directo del ring al hospital.

Sin darle importancia, Márquez trazó un límite sobre el tema de un presunto “contagio” con anabólicos, vía su preparador físico, y del tema se encargó directamente Bob Arum, promotor del combate.

“Son tonterías. Hay muchos suplementos alimenticios para mejorar peso y ganar fortaleza. Yo no creo que ellos hayan contratado a alguien para hacer algo ilegal”.

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