Las debilidades de Hipólito y el PRD

Los dominicanos de aquí y de allá iremos a las urnas el 20 de mayo del 2012 para elegir presidente y vicepresidente del país, así como 7 diputados en los Estados Unidos, Puerto Rico, Canadá, América Latina, el Caribe y Europa.

Hipólito Mejía y Luis Abinader son los candidatos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Danilo Medina y Margarita Cedeño de Fernández son los del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Así como ocurrió con sus consecutivas derrotas del 2004 y del 2008, el PRD volverá a perder en el 2012. La cita lapidaria pertenece al actual presidente dominicano, Dr. Leonel Fernández, quien aseguró que el PLD permanecerá en el poder por los próximos 40 años, porque cuenta con la gente, los recursos y la dedicación para lograr esa meta.

Y he aquí el recuento de los daños.

En las elecciones del 2004 el candidato del PRD, Hipólito Mejía, buscaba la reelección. Tenía todo el dinero del mundo para lograrlo y un partido compacto, con una militancia que llegaba a los dos millones. Pero como se acostumbra en ese partido, el dinero no fluyó, no se invirtió en la campaña y por eso perdieron. Los 150 nuevos funcionarios multimillonarios que creó Hipólito Mejía en cuatro años no sacaron sus dineros para esa campaña pasada, ni lo van hacer ahora.

Miguel Vargas Maldonado había hecho un excelente trabajo organizando su PRD en toda la República, pero le dieron “un golpe de estado” en la pasada convención. A Miguel se lo veía como el candidato ganador de las elecciones presidenciales del 2012, pero su “anillo”, la gente cercana, se descuidó porque se preocupaba más en soñar con los puestos gubernamentales que en que su pupilo ganara la histórica convención del partido blanco.

El PRD tiene experiencia en su inexperiencia mal manejando los medios de comunicación. El evento del teatro Armory Arena, que dio la bienvenida a Hipólito Mejía, fue un buen ejemplo.

Algunos acusan al ex cónsul Luis Eludis Pérez de convertirse en batuta y constitución. Otros han dicho que Luis Eludis “no deja pasar a nadie, sino es de su grupo”. Y dicen que el jefe de campaña en Nueva York, José Peralta Placencia, está atemorizado, como si viviera en “la casa del terror”. Pero no todo está perdido en el partido blanco, aún faltan seis meses para las elecciones presidenciales y los errores se pueden corregir.

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