¡Santos óleos!

Los Tigres dan fuerte zarpazo a los Guerreros y ahora buscarán levantar la copa en el Universitario

Paul Delgadillo da indicaciones en el juego de ida de la final.

Paul Delgadillo da indicaciones en el juego de ida de la final. Crédito: MEXSPORT

TORREÓN, México.- La garra del tigre dio un zarpazo doloroso y, aunque todavía no fue mortal hacia el enemigo, está muy cerca de pulverizar los casi 30 años del cuadro universitario sin título gracias al triunfo (0-1) en el partido de ida de la final ante Santos en el Nuevo Estadio Corona.

Primera parte llena de emociones, polémica y un gol.

Los locales quisieron “comerse” al rival tan pronto sonó la ocarina, tuvieron la primera acción de peligro mediante la táctica fija, pero el conjunto felino también mostró deseos de atacar sorprendiendo al rival y a las críticas que le imponen un paradigma especulador.

Destilar agresividad trajo dividendos para los pupilos de Ricardo Ferretti, pues cuando el cronómetro no registraba aún los primeros 10 minutos, Héctor Mancilla metió un pase filtrado al argentino Damián Álvarez, quien dentro del área no dudo en definir con ‘maestría y, aunque Oswaldo dio un manotazo, no fue suficiente para evitar la caída de su marco.

A pesar de la ventaja, Tigres no cesó en su empeño de buscar el arco enemigo.

Ni un un tiro de larga distancia de Oribe Peralta al horizontal les dio el pavor para replegarse aún en una etapa incipiente y Álvarez siguió siendo el hombre más peligroso, gracias a su habilidad por izquierda y estuvo cerca del segundo gol, pero ya sin marca cruzó demasiado su disparo.

Los felinos fueron claros dominadores de la parte inicial, situación que se incrementó cuando Juan Pablo Rodríguez perdió la cabeza y dejó los tachones a Viniegra después de una jugada disputada, por lo que el nazareno no dudó en castigar con tarjeta roja, aunque no pudo evitar la polémica.

Santos se cayó aún más en el juego tras la expulsión del “Chato”, anímica y futbolísticamente.

Sin embargo, acariciaron el empate cuando Darwin Quintero se perfiló, ya muy cerca del entretiempo, solo frente al arco de Palos, pero no tuvo la fineza de acertar y sólo arrancó el suspiro.

El técnico lagunero aprovechó el descanso para tratar de ajustar el desorden táctico y emocional que les provocó el tener un hombre menos.

Tomó la determinación de sacar a Darwin Quintero y en su lugar entró Carlos Morales buscando equilibrio en la media cancha.

Otra modificación fue meter a Mares por el “Guti” Estrada, quien no le vio ni la sombra al “Demonio” Álvarez.

El segundo tiempo no tuvo muchas acciones de peligro.

El cuadro visitante, que bajó sus revoluciones para buscar la puerta enemiga, se planteó muy bien en todas sus líneas y supo neutralizar a los de La Comarca, que con más ímpetu que con argumentos futbolísticos, quisieron el empate, pero fueron impotentes.

Tigres llegará a la vuelta al Estadio Universitario con todo a su favor; en sus manos estará terminar de complementar esta obra para acabar con casi tres décadas sin campeonar, pero el rival, a pesar de la derrota, no ha muerto.

Santos ahora tiene que ganar como visitante por una ventaja de mínimo dos goles; a Tigres le basta con un empate en “El Volcán” para levantarse con el título del Apertura 2011.

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