Noriega directo a cárcel El Renacer

El exgeneral llega a suelo panameño para pasar el resto de sus días en prisión

Agentes policiales vigilan el perímetro del aeropuerto de Ciudad de Panamá.

Agentes policiales vigilan el perímetro del aeropuerto de Ciudad de Panamá. Crédito: Alejandro Bolívar / EFE

Panamá/EFE – El exgeneral Manuel Antonio Noriega regresó ayer tarde a Panamá, más de 20 años después de su captura por el Ejército de Estados Unidos durante la invasión militar de 1989, para hacer frente a condenas que suman más de 60 años de cárcel.

Noriega llegó extraditado desde Francia, con una escala en Madrid, en un vuelo de Iberia que aterrizó en el aeropuerto de Tocumen, unos 27 kilómetros al este de la capital, hacia las 6.07 hora local para ser inmediatamente llevado a la cárcel.

En medio de un fuerte un fuerte dispositivo de seguridad fue llevado a una prisión por las condenas que tiene pendientes en este país.

“Nuestra prioridad es su seguridad”, declaró ayer a los medios locales el canciller panameño, Roberto Henríquez, quien aseguró que a su llegada al aeropuerto de Tocúmen, a unos 27 kilómetros al este de la capital, Noriega fue entregado a las autoridades penitenciarias y trasladado inmediatamente a una prisión.

Se trata de la cárcel El Renacer, un penal de seguridad media situada en un área selvática a orillas del Canal, una zona que cuando Noriega ejercía el poder de facto en este país (1983-1989) era controlada por las autoridades estadounidenses.

Mario Rognoni, quien fue ministro cuando Noriega era el “hombre fuerte” del país y es uno de los pocos panameños que se confiesa amigo del exdictador, declaró al canal TV2 que el entorno del exgeneral no ha organizado ningún recibimiento y pretende que “llegue de la forma más natural” posible y que “los familiares sean los primeros que tengan contacto” con él.

Rognoni se mostró convencido de que Noriega va a querer “aclarar algunas de las imprecisiones que se han dado, que lo han inculpado injustamente en algunos casos”, y que debido a que fue juzgado en ausencia y “no pudo defenderse (…) tiene interés de poder aclarar y demostrar su inocencia, si es que la puede probar”.

Noriega, que tras su captura el 3 de enero de 1990 por las tropas norteamericanas que invadieron Panamá ha estado encarcelado en EE.UU., primero, y luego en Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero, ha sido juzgado en ausencia y tiene pendientes en Panamá varias condenas que suman más de 60 años de cárcel. Estas condenas incluyen delitos atroces como el asesinato del opositor Hugo Spadafora, decapitado y cuya cabeza no se encontró nunca, y del que fue declarado instigador, o de venganza, como la muerte del mayor Moisés Giroldi, que encabezó un intento de golpe en su contra.

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