Lluvias y FARC empañan los festejos

Bomberos recuperan tres cuerpos sin vida luego de un derrumbe que sepultó una casa campesina   en el resguardo de San Lorenzo.

Bomberos recuperan tres cuerpos sin vida luego de un derrumbe que sepultó una casa campesina en el resguardo de San Lorenzo. Crédito: EFE

bogota/notimex – Los colombianos iniciaron ayer la tradicional ‘novena de Aguinaldos’ en medio de intensas lluvias y la incertidumbre por lo que pueda pasar con los rehenes que continúan en poder de las rebeldes FARC.

Al igual que hace un año, miles de colombianos enfrentan en esta Navidad dificultades por las inundaciones y deslaves, que ya dejan más de 150 muertos, 550 mil afectados y cientos de casas y vías averiadas.

Para aliviar un poco la situación de quienes lo han perdido todo por las torrenciales lluvias, el presidente Juan Manuel Santos anunció la entrega desde ayer de subsidios a 12 mil familias afectadas en Bogotá.

Se estima que en la capital colombiana unas 45 mil personas han resultado afectadas por las inundaciones en las localidades de Kennedy y Bosa, muchas de las cuales perdieron todos sus enseres.

“El procedimiento para entregarles los auxilios a los habitantes de Bosa, Patio Bonito, y los demás, está en marcha. Ya, en una semana, hicimos todos los traslados presupuestales”, aseguró Santos.

Los deslaves y desbordamientos de ríos tienen en emergencia a varias capitales de departamentos, como Cúcuta y Manizales, donde ha sido necesario aplicar racionamientos del agua por daños en las redes.

En Cúcuta, fronteriza con Venezuela, sus habitantes soportan una emergencia ambiental por el derrame de crudo del oleoducto Caño Limón Coveñas, el cual afectó el acueducto local.

Las autoridades calculan que más de 400 municipios de 27 de los 32 departamentos de Colombia han sufrido los embates de las lluvias, que los expertos atribuyen al fenómeno climático de La Niña.

Mientras en muchos hogares las condiciones climáticas han empañado el inicio de la novena de aguinaldos en Colombia, en otros persiste la incertidumbre sobre la suerte de quienes siguen secuestrados por la insurgencia.

En poder de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aún continúan 11 uniformados, a quienes esa guerrilla pretende canjear por rebeldes presos acusados de terrorismo y secuestro.

Los familiares de los soldados y policías temen por los rehenes, algunos con más de 10 años en la selva, ante la posibilidad de un rescate militar que ponga en riesgo su vida como la de varios de sus compañeros.

En noviembre pasado, las FARC ejecutaron al militar Libio Martínez y a los policías Elkin Hernández, Yesid Duarte y Alvaro Moreno, ante una operación del Ejército para ubicar secuestrados en el Caquetá.

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