México: retos del próximo presidente

Felipe Calderón deja asuntos pendientes que su sucesor deberá enfrentar, como el tema migratorio y la reforma política

El gobierno de Calderón termina este año.

El gobierno de Calderón termina este año. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinion

MÉXICO, D.F.- Los temas rezagados por el presidente Felipe Calderón y el Legislativo dominado por el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) serán en breve los retos del próximo mandatario de México: una migración digna y regulada; una reforma política que quite el poder de los partidos y dé fuerza a la ciudadanía, así como un campo que enfrente la insuficiencia alimentaria.

Esta trilogía de asuntos pendientes -que a decir de los analistas serían el inicio de la transformación del país- ha quedado atorada en medio de una guerra de cálculos políticos de los partidos y gobernantes.

“En el caso de la Reforma Migratoria nadie se quiere mover ni comprometerse en Estados Unidos ni en México porque no han tenido moral para presionar”, observó el catedrático del Colegio de la Frontera Norte, Germán Vega.

Las agresiones contra inmigrantes en este país, donde las denuncias por asesinato, secuestros y desapariciones de centroamericanos continúan a pesar de la nueva Ley de Migración, aún no cuenta con un reglamento, por ejemplo.

“Si no se garantiza la defensa legal, el acceso a las estaciones migratorias y la prohibición clara y tajante de la participación de las fuerzas policiacas en redadas contra indocumentados, seguirán las mismas violaciones a los derechos humanos”, señaló Fabbiene Venet, del Instituto de Estudios y Divulgación sobre la Migración.

Un panorama de indefensión similar enfrentan los emigrantes temporales mexicanos. Cada año son defraudados alrededor de 300, 000 trabajadores por supuestos contratistas que prometen llevarlos con papeles para trabajos en Estados Unidos que no existen, y a pesar de las múltiples denuncias de organizaciones civiles, ninguna autoridad cuenta con un registro de empresas e intermediarios aprobados para realizar la tramitación de visado temporal.

En febrero de este año, un grupo de 80 oaxaqueños fue abandonado en los márgenes del río Cadereyta, en la ciudad de Monterrey (norte): los defraudadores les dijeron que era el río Bravo y podían cruzar.

La simulación de mejorar las condiciones de los migrantes quedó en evidencia este año cuando la Cámara de Diputados ni siquiera llegó a elaborar un dictamen entre las múltiples iniciativas que buscaban una participación masiva de los votantes mexicanos en el exterior con el sufragio por Internet o el uso de matrícula consular en lugar de la credencial de elector.

Sin embargo, a decir del catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Ricardo García Zamora, el ninguneo por el tema está estrechamente relacionado con la falta de una política de Estado que frene con desarrollo sustentable la migración en las comunidades de origen, principalmente en el campo.

“Los apoyos para los pequeños y medianos campesinos se redujeron a subsidios para administrar la pobreza, dádivas que no harían falta si se apoyara con equipo, capacitación y organización para dar el valor agregado de los productos agrícolas y ganaderos, una verdadera agroindustria sin intermediarios”.

Zamora, quien también es miembro de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales, destaca que entre los golpes bajos contra la población mexicana y en especial para los 3,000,000 de campesinos ha sido el tema del salario mínimo que ronda actualmente los cuatro dólares diarios.

“El PAN siguió con la misma actitud rentista del PRI de administrar las remesas de los migrantes para subsidiar el campo en lugar de potenciarlo”, dijo.

El consultor político Fernando Dworak explicó que las viejas políticas que persistieron a pesar de los dos últimos sexenios panistas fue porque el partido que prometió el cambió no logró una reforma institucional que quitara poder a los partidos políticos para hacer un Estado más fuerte.

El PAN heredó un régimen que fue pensado para perpetuar a un partido en el poder. ¿Cómo se logra?: con la prohibición de la reelección de legisladores y presidentes municipales.

Los priistas defendieron esta postura hasta hace unos días. Con el aval del Partido de la Revolución Democrática (PRD) enviaron a la congeladora la Reforma Política que presentó Calderón como iniciativa en abril de 2009 y que promovía la revocación de mandato, el plebiscito, candidaturas independientes, voto en blanco y reelección.

Si un diputado, senador o alcalde quiere ser reelecto debe trabajar bien para que la ciudadanía lo vuelva a votar.

“En cambio, ahora dependen de que los mandos de su partido le den el visto bueno: los jefes políticos en este país están acostumbrados a autorizar o desaprobar a quienes van a ser los candidatos, por eso se opusieron a la reforma política Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador porque los debilitaba como los líderes omnipresentes”, enfatiza Dworak.

El PAN la promovió, pero demasiado tarde: en 2009, cuando ya llevaba tres años de una sangrienta lucha contra el narcotráfico con instituciones débiles que desembocó en las más 50,000 muertes que se contabilizan actualmente de manera extraoficial .

Para cambiar la situación de inseguridad, de la pobreza y la marginación, coinciden expertos, hay que cambiar primero las reglas del juego político: ese es el verdadero reto.

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