Bloomberg defiende las huellas
El alcalde quiere que se mantenga este requisito para pedir cupones de alimentos
NUEVA YORK El Alcalde Michael Bloomberg repitió ayer su intención de convencer al Gobernador Andrew Cuomo para que mantenga el requisito de huellas digitales para todas aquellas personas que solicitan cupones de alimentos en Nueva York.
El día anterior, en su discurso sobre la situación del estado, Cuomo había anunciado su intención de eliminar el programa obligatorio de huellas digitales para las familias que buscan cupones de alimentos, ya que “crea una barrera” para las personas que necesitan estos beneficios.
Bloomberg defendió el requisito esa misma noche y concretó su posición ayer. Al ser preguntado por un reportero sobre su posición hacia este asunto, el alcalde repitió que intentaría convencer al gobernador pero que “aún no he hablado con él”, según se informó.
La Presidenta del Concejo Municipal, Christine Quinn, emitió ayer una fuerte respuesta a los comentarios del alcalde. “Desafortunadamente, el alcalde y yo no podríamos estar en mayor desacuerdo tomar las huellas de los que solicitan cupones es un proceso largo e innecesario que estigmatiza a los que aplican y ha evitado que 24,000 neoyorquinos consigan la asistencia que merecen”, dijo Quinn en una declaración.
El estado tiene el derecho de eliminar este requisito de huellas sin la autorización de la alcaldía.
En octubre, Quinn hizo un llamado a la administración Bloomberg para que eliminara la exigencia de las huellas. Robert Doar, el Comisionado de la Administración de Recursos Humanos de la ciudad, anotó en ese momento que el requerimiento evita fraude y casos de duplicación y que, gracias a las huellas, se detectan 1,200 casos de duplicación al año, lo que le ahorra a la agencia cerca de $4 millones anuales en beneficios federales.
Sin embargo, Doar dijo que la ciudad gasta $190 mil en toma de huellas digitales para los solicitantes de cupones de alimentos. El número de solicitantes de este beneficio se ha incrementado en un 50% en los últimos tres años.
Quinn y los que se oponen a la práctica de tomar huellas aseguran que no hay evidencia de que las huellas eviten los fraudes y que, introduciendo los números de Seguro Social de los solicitantes, se pueden evitar los casos de duplicación.
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