Larkin atento al Salón de la Fama
NUEVA YORK/AP – Pase lo que pase, Barry Larkin planea estar en Nueva York durante la semana.
No es que el ex torpedero de los Rojos de Cincinnati sepa por adelantado que ha recibido el 75% de los votos de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica que necesita para entrar al Salón de la Fama, ni que deba presentarse a la tradicional rueda de prensa en el hotel Waldorf-Astoria de Manhattan al día siguiente del anuncio.
CymcoLe, la hija de 16 años de Larkin, ha emprendido una carrera como cantante y estos días planear grabar escenas de un video musical en Times Square y el edificio Empire State.
“Todo el mundo está pendiente del lanzamiento de la carrera de mi hija y nadie se ha puesto a pensar sobre eso (el Salón de la Fama)”, dijo Larkin.
Dentro de un grupo de candidatos carente de nombres que lleven la etiqueta de “seguros”, Larkin es quizás el jugador con mejores posibilidades de lograr el número necesario de adhesiones para ingresar al templo de los inmortales en Cooperstown.
Este será el tercer año en que aparece en la papeleta de aspirantes y precisa aumentar en un 13% su total de votos con respecto a 2011.
Las credenciales de Larkin avalan su candidatura.
-Acudió a 12 Juegos de Estrellas y fue el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1995.
-Acumuló 2.340 hits en 2.180 partidos a lo largo de 19 campañas con los Rojos.
-Se retiró con un promedio de bateo de .295 y .371 de embasado.
-Su OPS (embasado más slugging) es el cuarto más alto entre torpederos que han jugado por lo menos 2.000 juegos, apenas detrás de Joe Cronin, Honus Wagner y Derek Jeter.
-Fue parte del equipo de Cincinnati que conquistó la Serie Mundial de 1990 y ganó tres veces el Guante de Oro a la excelencia defensiva.
En su primer año, Larkin captó el 51,6% de los votos y el año pasado escaló a 62,1%. Se quedó corto por 75 votos en una elección en la que el puertorriqueño Roberto Alomar y Bert Blyleven fueron seleccionados.
De ser electo, le tocará estar en la ceremonia de exaltación prevista para el 22 de julio en Cooperstown, en el norte del estado de Nueva York. Ese día se honrará a otra leyenda: el extinto Ron Santo, tercera base de los Cachorros de Chicago.