Carlos Valencia

El colombiano             se ha ganado su espacio en las tablas del teatro neoyorquino.

El colombiano se ha ganado su espacio en las tablas del teatro neoyorquino. Crédito: rebeca herrero / edlp

Nueva York- Para Carlos Alberto Valencia la diversidad del teatro en Nueva York es inigualable y, durante los últimos 11 años, el actor colombiano es parte de ese fascinante mundo teatral de la ciudad.

Su inclinación por los dramas teatrales es algo natural para él, aunque no teme el aceptar roles de comedia. Asegura que incursionó en el teatro porque llevaba la pasión desde niño, allá en su ciudad natal Cali, en Colombia.

“Cuando tenía 12 años llegué a Jackson Heights con mi mamá. Ya mi papá estaba aquí en Nueva York. El fue un inmigrante que buscaba una mejor vida en los años 70. Mi mamá siendo muy joven también llegó a Nueva York y nos dejó en Cali con mi abuela, hasta que pudimos venir todos”, explica Valencia de 40 años de edad y quien pasa la mayor parte de su tiempo en el East Village, cerca de la calle 4 donde están ubicados los teatros IATI y LATEA.

“Llegué a Jackson Heights en una edad difícil y no sabía inglés. Comencé a estudiar en una escuela para estudiantes bilingües, pero al año yo mismo le dije a mi papá que quería aprender inglés en una secundaria mejor. Fue una etapa muy difícil, sobre todo cuando no hablas el idioma, pero con el tiempo lo perfeccioné y ahora te puedo decir que me muevo en el mundo del teatro en inglés y en español sin problema”, asegura Valencia que ha participado de las compañías de teatro LAByrinth, Círculo, Pregones y Repertorio Español.

El actor colombiano tiene entre sus logros la realización del cortometraje “Amores Locos”, cuyo video le dio la oportunidad de conseguir un agente, “algo imprescindible en esta industria”. Actuó además en “Aviones de Papel”, otra obra con la cual tuvo mucho éxito.

Valencia estudió con William Esper sin saber –cuando lo conoció- que era una de las eminencias más importantes en la educación actoral de esta ciudad. En el 2001 culminó sus estudios con Esper y desde entonces vive en base a su trabajo en el mundo del teatro, el cine y la televisión.Recientemente estuvo en una audición al lado del actor Robin de Jesús, un puertorriqueño ganador de dos premios Tony.

“He pensado en ir a Hollywood, pero para mi no hay nada como esta ciudad. Es tan vibrante, llena de vida y la diversidad es impresionante”, confiesa con orgullo, el ganador de múltiples premios HOLA y ACE.

Actualmente el actor también estudia una carrera en periodismo, pues asegura que en el algún momento le gustaría escribir sus propias obras de teatro.

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