Medios: El golpe de Correa

Hugo Chávez, presidente de Venezuela, es hoy por hoy la cabeza visible de la llamada “revolución bolivariana”en latinoamérica. Un movimiento de izquierda que ha logrado darle a la democracia de varios países visos de legalidad cuando en realidad se sustenta en una estructura administrativa piramidal en la que el ejecutivo controla cada estamento de poder, y en el que la línea que separa las funciones del Estado ha desaparecido completamente.

Al lado de Chávez, se encuentra Rafael Correa, presidente del Ecuador. Correa con un perfil bajo y sin los aspavientos a los que nos tiene acostumbrados Chávez, se ha convertido en el máximo enemigo de la libertad de expresión en el hemisferio.

Los propietarios y empleados de El Universo, el diario de mayor circulación del país se encuentra actualmente en un estado de total incertidumbre. Hace poco, un juez colocado de manera irregular en el cargo, condenó a los representantes del periódico y a su antiguo jefe editorial a tres años de cárcel y al pago de 40 millones de dólares por concepto de indemnización por supuestas calumnias proferidas contra Correa, en un artículo de opinión escrito por Emilio Palacio, quien en ese momento era el jefe editorial del diario.

El proceso judicial se llevó adelante violando normas elementales del Derecho Penal y del Derecho Procesal. Actualmente el proceso se encuentra en su última instancia y la suerte de los demandados deberá ser resuelta por los nuevos jueces de la Corte Nacional de Justicia, cuya independencia es cuestionable.

Otros medios de comunicación , así como periodistas independientes han sucumbido antes las demandas del Presidente Correa.

De la mano de las demandas, se ha aprobado en la Asamblea Nacional una Ley de Comunicación que limita la acción de los medios de comunicación, prohibiéndoles entre otras cosas, la difusión de entrevistas y reportajes que pudieran ser consideradas como propaganda política para los posibles candidatos a la presidencia en el año 2013.

Es decir, el presidente que maneja una maquinaria propagandística nunca vista en la historia del Ecuador y que cuenta con varias emisoras de radio y televisión, así como medios de prensa escrita estatales, podrá llevar adelante su campaña de reelección con total libertad, mientras que la oposición verá reducidos sus recursos para intentar vencer a Correa.

Las críticas que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo parte de la Organización de Estados Americanos, hiciera precisamente a la Ley de Comunicación de Ecuador y al Presidente Correa, en su informe anual, llevaron al mandatario a proponer ante la OEA una serie de limitaciones a la CIDH, que es, según las propias declaraciones de Miguel Insulza, Presidente de la OEA, el cuerpo que se encarga de conocer cualquier asunto relativo al manejo de la libertad de expresión en la región.

Desafortunadamente este miercoles pasado, la OEA decidió aceptar las limitaciones solicitadas, y recomendar tanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como a los gobiernos del hemisferio su aplicación en el futuro próximo.

Esta resolución es sin duda un golpe a la capacidad de maniobra de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como un golpe velado a la libertad de expresión orquestado por Rafael Correa. Veremos que ocurre en los próximos meses.

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