Niegan trasplante de riñón a paciente indocumentado

Cuando más cerca estaba Jesús Navarro de recibir un trasplante de riñón tras siete años de angustiosa espera, su esperanza de vida se esfumó de golpe cuando un funcionario de finanzas del hospital de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) le dijo que no se lo podían hacer, por ser indocumentado.

OAKLAND.- Cuando más cerca estaba Jesús Navarro de recibir un trasplante de riñón tras siete años de angustiosa espera, su esperanza de vida se esfumó de golpe cuando un funcionario de finanzas del hospital de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) le dijo que no se lo podían hacer, por ser indocumentado.

“De frente el funcionario nos preguntó cómo estábamos en el país y si éramos legales. Nosotros no quisimos echar mentiras y dijimos que no”, recordó Angélica, la esposa de Jesús Navarro.

“Esa persona nos dijo que Jesús iba a quedar en la lista de espera pero en suspenso hasta que arregláramos nuestra situación migratoria y teníamos un año”, precisó.

La negativa a Jesús Navarro, se le dio en mayo pasado cuando trabajaba como soldador en la Fundidora Pacific Steel en Berkeley y tenía un seguro médico que aún como desempleado, conserva con Kaiser y el cual tiene vigencia por 18 meses, a partir de enero.

Y es que después de 15 años de trabajar como soldador, Jesús Navarro perdió su empleo en enero pasado tras una auditoría del Servicio de Migración y Aduanas a la Pacific Steel, la cual hizo que 200 de sus 600 trabajadores fueran despedidos por ser indocumentados. La respuesta al trasplante de Jesús Navarro salió a la luz pública con la tragedia que representó el despido de los trabajadores indocumentados.

Líderes de la comunidad que se enteraron de su caso, empezaron de inmediato una campaña para presionar por el trasplante.

Aún cuando Navarro tiene que hacerse diálisis nueve horas cada noche, nunca faltó a su empleo desde que enfermó hace siete años, dijo. “A menos que tuviera una emergencia pero por más débil que me sintiera siempre iba”, mencionó.

Su esposa Angélica comentó que cuando les negaron el trasplante sintió que el mundo se les venía encima. “Me agarré llorando porque íbamos con muchas ilusiones, incluso cuando me hablaron, lloré de alegría. Pensé que ya se acercaba el día que mi esposo iba a agarrar su riñón”.

Pero cuando el funcionario les dijo que no se podía, ella ofreció alternativas:” Le dije, qué tal si nosotros reunimos el dinero para las medicinas después del trasplante. Ni así se puede, nos respondió. Y nos comentó, qué cómo iban a darle el riñón a una persona que no lo va a mantener con vida, porque según él, con un indocumentado nunca se sabe cuándo va a perder su trabajo; o si lo avientan para México, el riñón se va a perder porque no va a tomar sus medicinas, nos dijo”.

Hizo ver que incluso se ofreció ella misma a ser la donante del riñón porque resultó compatible. ” También me dijo que no. Le dije entonces qué tal si nosotros reunimos el dinero (200,000 dólares) y me dijo que no se podía, que a indocumentados no”.

Navarro dijo que agotadas todas las instancias se sintió con mucho coraje y triste. “Yo trabajé 15 años, pague impuestos, y un hospital está para salvar vidas”, dijo.

La Universidad de California de San Francisco (UCSF) respondió en un comunicado que no rechazan potenciales trasplantes a individuos indocumentados.

“No les negamos el tratamiento sino que preferimos referirlos a servicios externos basados en la comunidad que puedan ayudarlos con los obstáculos que enfrenta quienes no son ciudadanos. Mientras resuelven sus problemas, ellos permanecen en la lista de espera para un trasplante”, señalaron.

Mientras en otro comunicado por separado, Kaiser Permanente respondió que ellos no pueden dirigir el criterio de aceptación, prácticas y tiempos de un centro de trasplantes como lo es el UCSF. “Esas decisiones son hechas de manera independiente por los centros de trasplantes de riñones”, expusieron.

Por otra parte, dijeron que mientras Navarro continúe dentro de la cobertura de Kaiser Permanente, a través del plan Cobra, continuarán proporcionándole cuidado médico. Sin embargo, aseguraron que tener la cobertura de Kaiser Permanente no resuelve el asunto de la elegilibidad para los trasplantes. “Esta decisión recae en el centro de trasplantes”, enfatizaron.

Ignacio de la Fuente, concejal de Oakland y presidente del Sindicato Internacional de Trabajadores del Vidrio, de la Fundición, Cerámica y Plásticos (AFL-CIO) que representaba a Jesús Navarro y quien ha estado apoyándolo en su lucha por el trasplante, dijo que ellos van a demandar a Kaiser porque esta compañía de seguro médico le contrata a UCSF y son ellos quienes deben proveer una alternativa si este hospital no le quiere hacer el trasplante.

“Estamos hablando de una persona que tiene un seguro médico, y que por años ha pagado por él, por lo que no tienen excusa para cumplir con su obligación”, indicó.

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