Un partido de hombres: Pep

SANT JOAN DESPÍ, Barcelona (EFE).- El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, subrayó ayer que el de hoy será “un partido de hombres; de los de verdad”, y que su escuadra está preparada para asumir el desafío de superar al Valencia.

Estos equipos se jugarán en el Camp Nou el pase a la final de la Copa del Rey, al que llegan con un empate a uno de la ida que, de entrada, favorece los intereses del equipo catalán, que buscará su tercera final en cuatro años y la duodécima desde que Guardiola dirige a los blaugrana.

“A la gente sólo quiero decirle que aunque hayamos ganado muchos títulos, estos jugadores quieren llegar a una nueva final. Nosotros nos presentaremos mañana [hoy] para intentar hacerlo. Los valientes que quieran acompañarnos serán bienvenidos”, manifestó.

Hace muchas temporadas que el Barsa tiene depositado gran interés en esta competencia, y prueba de ello es que, después de una sequía de más de 10 años sin jugar finales, desde que Pep se ha hecho cargo del equipo el tránsito por ellas ha sido una constante.

Sin embargo, el técnico “culé” aún tiene las dudas de Iniesta, Pedro y Sergio Busquets. La plantilla hará un último entrenamiento hoy por la mañana.

“Después acabaremos de perfilar la convocatoria, porque es un partido muy exigente y necesitamos gente en plenas condiciones”, explicó.

El técnico del conjunto azulgrana, que ha negado ocultar información sobre el estado de los lesionados para despistar al contrario, adelantó que “si mañana [hoy] fuera una final, ningún de ellos [los tocados] se la perderían”, pero que, al no ser así, puede permitirse reservar a alguno de sus efectivos para la visita liguera al campo de Osasuna.

Pero su entrega en la Copa ha generado en el Barcelona un exceso de desgaste que se ha notado sobremanera en la Liga.

Los cuatro partidos de las dos últimas rondas (contra Osasuna y Real Madrid), y la ida contra el Valencia, no han salido gratis a los de Guardiola, que son segundos en la Liga, a siete puntos del líder.

A Pep no le da miedo un Valencia que vendrá al Camp Nou a plantear un partido agresivo, tal como anunció su técnico, Unai Emery.

El Valencia está consciente de que para hacer realidad el sueño de llegar a la final deberá realizar un partido perfecto y que el Barsa no esté a su nivel habitual.

La mejor receta para contrarrestar eso es tener la posesión del balón: “Nosotros intentamos conectarnos a través de la pelota. Es la mejor manera de desordenar al contrario”, dijo Emery.

Regar el campo ayuda a lograr este objetivo, pero el de Santpedor adelantó que quizá no pueda lograrlo en esta ocasión, “porque si hace mucho frío el césped se helará, como ocurrió ante la Real Sociedad”.

Emery ordenó no regar el césped de Mestalla en el partido de ida y Guardiola se quejó. Ayer pidió disculpas por ello y reconoció que “en su casa cada quien puede hacer lo que quiera”.

El entrenador barcelonista no ve un partido de 0-0, por lo tanto entiende que, para hacer valer el 1-1 de la ida, su equipo tendrá que ganar.

Mejor hacerlo en el tiempo reglamentario, porque si hay prórroga y penaltis, los azulgrana tendrán que enfrentarse al temido Diego Alves, un portero que tiene más de un 60 por ciento de acierto a la hora de detener penas máximas.