Padres en alerta por abusos en escuelas
Acusan a profesor de maltrato a niño con autismo en plantel del East Village
Nueva York – Un nuevo caso de abuso de profesor a alumno en un colegio de Nueva York, esta vez con un niño autista como protagonista, se suma a la larga lista de denuncias similares que se han hecho públicas en las últimas semanas.
Según informaciones de medios locales, Ángela Sepúlveda, madre de Adam Epstein, de 9 años de edad, culpa al colegio P.S. 94 del East Village del maltrato físico que sufrió el pequeño en dos ocasiones, quien llegó a volver a casa con heridas en la espalda.
El propio colegio descubrió a través de denuncias de padres y de otros profesores realizadas en diciembre que una asistente al profesorado llamada Elidia Johnson había abusado físicamente de Adam. Johnson fue suspendida 10 días de empleo y sueldo y obligada a atender clases de formación. Después fue trasladada a otro colegio que también acoge estudiantes con necesidades especiales.
El caso de Adam es uno más dentro de la preocupante serie de abusos físicos y sexuales por parte de profesores a alumnos que se han hecho públicos recientemente en Nueva York.
Sólo hace dos días el Daily News reveló que dos profesores del mismo colegio de El Bronx han sido arrestados por la policía, uno por pellizcar los pezones de un estudiante de 16 años y otra por pegar y sentarse encima de una alumna.
Antes se habían desvelado casos de abusos sexuales a estudiantes en colegios de Manhattan, Brooklyn y Queens, lo que llevó al canciller de educación de la ciudad, Dennis Walcott, a redactar una carta la semana pasada que fue distribuida a todos los alumnos de Nueva York para tranquilizar a los padres ante esta preocupante tendencia.
Los padres, sin embargo, no confían plenamente en el departamento de educación y están alarmados por las noticias que vienen apareciendo últimamente en los medios de comunicación.
“No me gusta que todos estos casos de abusos que pasaron hace tiempo se sepan ahora de repente”, dice Antonio Moreno Díaz, que tiene un hijo de 7 años en el P.S. 152 de Inwood, Manhattan. “Es como si alguien tuviera interés por ocultarlos”, añadió.
Otros progenitores directamente avisan a sus hijos de que sean precavidos y estén atentos ante este tipo de conductas inapropiadas por parte de los profesores.
“A mi hijo mayor, que tiene 9 años, le hablo francamente de estas cosas y le digo que a veces los adultos pueden hacer cosas malas”, explica Bianca Herrero, que tiene a dos hijos matriculados en una escuela pública de Washington Heights. “Y luego le pido que cuide y vigile del pequeño cuando yo no estoy, que sólo tiene 5 y todavía no lo puede llegar a entender”.
