Correa ataca la libertad de prensa en Ecuador

Poco a poco el gobierno ecuatoriano va apretando su yugo totalitario a la prensa de ese país andino. El presidente Rafael Correa no es el primero en hacerlo. Lo mismo ha hecho o van en proceso de hacer los gobiernos de Cuba, Venezuela, y Nicaragua. Lo hacen por la fuerza, o en el caso de Ecuador por medio de juicios amañados, donde un poder judicial incondicional a Correa dicta fallos en contra de los pocos medios independientes que quedan en el país.

El caso más reciente tiene que ver con los dueños y editores del diario El Universo, uno de los mayores y más importantes medios en el Ecuador. En 2010 un columnista editorial del diario escribió un artículo llamando dictador a Correa y cuestionando su comportamiento durante una huelga policial en su contra.

A Correa le pareció mal el artículo. Decidió que había manchado su honor y que por lo tanto el escritor como los tres dueños del rotativo debían pagar $40 millones de dólares en multa y cumplir tres años de cárcel.

En Estados Unidos esto no podría ocurrir. Los funcionarios públicos, y figuras que se encuentren en la palestra pública no pueden hacer reclamos por difamación al menos que lo que los medios hayan publicado sea falso y si lo fuera no aceptaran publicar una rectificación. Tienen que probar que los hechos son falsos y que además el medio de prensa lo está haciendo de mala fe.

Pero eso ocurre en una democracia y otra cosa es la realidad en la que viven y publican muchos de los medios en América Latina. En Ecuador, en forma muy particular, los medios de prensa están atemorizados de lo que pueda hacer el gobierno si les molesta algo que publican, dicen por radio o emiten por televisión.

Si el monto de la demanda de Correa a El Universo le parece exagerado es porque así son las cosas en Ecuador. Además de tener al poder judicial bajo control, Correa ha eliminado fallos en su contra y en este caso particular su abogado personal, Guttenberg Vera fue el encargado de escribir el fallo judicial que la juez Mónica Eclad se había negado a emitir. Eso fue lo que dijo Eclad desde donde está escondida en Ecuador. Y eso es lo que han determinado que ocurrió según peritos en computación que hicieron una investigación judicial del disco duro de la computadora de la juez. El fallo fue escrito, aunque uno lo quiera creer, por Vera, el abogado de Correa.

El caso fue hasta la Corte Suprema de Ecuador y como se esperaba el fallo favoreció al presidente, quien había nombrado a todos los magistrados. Ahora Carlos Pérez está asilado en la Embajada de Panamá en Quito, y sus hermanos César y Nicolás, están en Miami. Palacio también está en Estados Unidos, donde ha pedido estatus de refugiado político. Nicolás Pérez todavía tiene alguna esperanza que Correa reconsidere la decisión judicial y no la imponga. Pero son pocos los que ven como posible una gestión de ese tipo por parte del gobierno.

El Universo además ha apelado a la Comisión Inter-Americana de los Derechos Humanos, y al tribunal de dicha comisión. Entidades internacionales en defensa de la libertad de expresión han condenado las acciones de Correa.

“Mientras tanto no hay periodistas en Ecuador que estén dispuestos a cubrir una noticia, sin antes pensar en las repercusiones que dicha cobertura le pudiese costar”, dijo Nicolás Pérez en entrevista telefónica.

Así gobiernan los regímenes totalitarios. Primero silencian la prensa y entonces gobierna en favor de sus prebendas personales o las de sus amigos y parientes.

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