Alistan jurado para acusado de matar compañera

Los abogados de Joseph Pabón, Mario Galucci y Luis Gelormino.

Los abogados de Joseph Pabón, Mario Galucci y Luis Gelormino. Crédito: JOSE A. RIVERA / EDLP

MANHATTAN – Ya hay once jurados seleccionados para el juicio contra Joseph Pabón, 28 años, acusado del asesinato de su compañera de trabajo Eridania Rodríguez, 46, ocurrido el siete de julio del 2009.

Hoy continuará la selección hasta que se tengan 12 y “tantos jurados alternativos como sea posible”, según indicó el juez Maxwell Willey, a cargo del caso.

La víctima acudió a su trabajo como limpiadora en un rascacielos de oficinas del bajo Manhattan, pero nunca regresó a su domicilio. La familia denunció su desaparición y la policía inició su búsqueda en el edificio ya que las cámaras de seguridad registraron su entrada, pero no su salida. Cuatro días después encontraron su cadáver en un conducto de ventilación. Pabón operaba el montacargas y recogía la basura que los limpiadores acumulaban.

Más de dos años y medio después de los hechos, el principal escollo en la selección del jurado es la larga duración del juicio que se estima será de al menos un mes. Muchos potenciales jurados expusieron el conflicto que eso suponía para ellos. Unos alegaron que trabajaban para pequeños negocios y su ausencia afectaría a la empresa. Otros que su empresa solamente les pagaría tres días de ese mes de ejercicio como jurado, lo que les ocasionaría problemas económicos. Algunos casos eran debidos a previos compromisos que iban desde seminarios -tanto recibidos como administrados- vacaciones ya programadas e incluso mudanza. Un anciano con su máscara y botella de oxigeno dijo lo que era obvio: problemas médicos no le permitirían ser jurado.

Los seleccionados fueron aquellos que superaron las preguntas de Christine Keeman por la fiscalía y Mario Gallucci por la defensa, que utilizaron sus opciones de excusar a aquellos que consideran no son apropiados para su caso.

“En este momento todo lo que estamos intentando hacer es elegir un jurado que sea justo e imparcial”, les informó Keeman.

“Este es el proceso más aburrido, pero para todo el mundo aquí es el más importante porque es cuando podemos hablar con ustedes individualmente y podemos evaluar qué experiencia traen a este juicio”, declaró Gallucci.

Ambos abogados sometieron a los posibles jurados a las típicas preguntas hipotéticas como qué harían si no se prueba el crimen más allá de una duda razonable, o si serían capaces de dictar veredicto de culpabilidad con pruebas circunstanciales.

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