Murió asfixiada con cinta adhesiva

Manhattan.- Un descriptivo testimonio del médico forense marcó el tercer día del juicio que se sigue a Joseph Pabón, sindicado por la muerte de Eridania Rodríguez, cuyo cadáver fue hallado escondido en el conducto de un aire acondicionado del edificio donde trabajaba.

La dominicana de 46 años perdió la vida asfixiada al habérsele tapado la boca y la nariz con cinta adhesiva y afianzándola con varias vueltas alrededor de su cabeza.

El testimonio fue dado ayer por el doctor Jason Graham, patólogo forense y ayudante del jefe de la Oficina del Examinador Médico de Manhattan que realizó la autopsia de la víctima.

Rodríguez fue asesinada el 7 de julio de 2009 cuando trabajaba como limpiadora en un edificio de oficinas supuestamente por Pabón, de 28 años, que operaba el montacargas.

Aunque solo el jurado pudo ver las duras imágenes del cadáver que se encontró días después en uno de los conductos de ventilación del rascacielos, la descripción de sus ataduras en boca, tobillos y manos hizo que algunas familiares de la víctima perdieran el control emocional y tuvieran que abandonar la sala en medio de sollozos.

El doctor Graham también declaró a preguntas de la fiscalía que los arañazos y raspaduras que se fotografiaron en el cuerpo de Pabón podrían ser consistentes con marcas de uñas y dedos. Sin embargo habrá que esperar a que se presenten los resultados del laboratorio para saber si los restos que se encontraron en las uñas de Rodríguez corresponden al ADN de Pabón.

Durante el descanso del almuerzo, familiares y amigos de Rodríguez se deshicieron en elogios sobre el tipo de persona “generosa” y “familiar” que era.

Para María Rodríguez, lo más destacado de su sobrina-hermana era su sencillez: “Era demasiado buena ¡se pasaba de buena!. Si había que ayudar a cualquiera, ella ayudaba sin pedir nada a cambio. Ella me ayudó mucho a mí cuando tuve un problema gravísimo”.

Como si de un presentimiento de su muerte se tratase, Rodríguez siempre tuvo miedo de los jóvenes aseguraron sus cuatro hermanas. “Ella decía que los jóvenes de ahora eran violentos y peligrosos, que no tenían nada que perder, que nada les importaba”, recordó María.

Para su hermana Isabel Alvarado, Eridania siempre los cuidó como si fuera una madre a pesar de que aunque era la mayor de las cuatro apenas se llevaba tres años con la siguiente.

Para Rita Ortiz, amiga y peluquera de Eridania, ésta era una excelente amiga. La gustaba mucho ayudar al prójimo. “A mí me ayudó emocionalmente mucho. Me daba muchos consejos”, afirmó Ortiz.

Su hermana Rosemarie Rodríguez recalcó que no es porque son su familia que hablan bien de ella: “Eridania no era de fiestear, estaba concentrada en su casa y del trabajo a la casa. Su prioridad eran sus hijos, su debilidad eran sus hijos”.

Su hijo Ronnie Figueroa, 27, la recuerda como una madre cuidadosa: “Se preocupaba por mi y quería asegurarse que tenía mi cabeza sobre los hombros”.