Los ‘soñadores’ van al Capitolio
Tras recorrer las primeras 100 millas de lo que será una larga caminata de 3,000 millas rumbo a Washington, DC para presionar por la aprobación del DREAM Act y una reforma migratoria, cinco jóvenes indocumentados llegaron ayer al Capitolio estatal
SACRAMENTO, California.- Tras recorrer las primeras 100 millas de lo que será una larga caminata de 3,000 millas rumbo a Washington, DC para presionar por la aprobación del DREAM Act y una reforma migratoria, cinco jóvenes indocumentados llegaron ayer al Capitolio estatal.
Fueron recibidos entre los aplausos de los legisladores demócratas en el pleno de la Asamblea Estatal donde los presentó el líder de la bancada latina, Ricardo Lara (demócrata de Bell Gardens).
“Los invitamos al Capitolio para decirles que en California los estamos apoyando y que aquí les damos los recursos para que sean exitosos”, dijo Lara a La Opinión.
Los jóvenes salieron del puente Golden Gate de San Francisco el 10 de marzo enarbolando lo que han llamado la Campaña por el Sueño Americano que busca presionar para que se apruebe el DREAM Act, una ley que permitiría a los estudiantes indocumentados graduados de secundaria legalizar su estatus migratorio. La caravana de jóvenes planea llegar a la capital del país en la víspera de las elecciones del 2 de noviembre, tras recorrer 13 estados.
“Hemos visitado Dixon, Davis, Vallejo y otras ciudades más pequeñas [de California] y aquí en Sacramento queremos pedirle a los legisladores su apoyo para el DREAM Act”, dijo Lucas Da Silva, uno de los jóvenes indocumentados participantes. Da Silva, de 24 años, es de Brasil y fue traído por sus padre al año de nacido.
Actualmente radica en Orlando, Florida donde estudia Ciencias Políticas y Filosofía.
“Estoy participando en esta marcha porque hace tres años deportaron a mi padre y sé que como yo hay miles de niños y jóvenes que son separados de sus familias”, expuso.
Otro de los participantes, Alex Aldana de 25 años, es un inmigrante indocumentado gay que trabaja como organizador comunitario de jóvenes latinos para la prevención del sida y VIH.
Aldana llegó a los 15 años y vive en Coachella. “Quien más me motivó a participar en esta caminata fue mi mamá que también es indocumentada y trabaja en las pizcas y restaurantes”, comentó.
José Luis González, de 25 años, es un joven indocumentado de San Diego que estudia Sociología. Fue traído por sus padres a los cinco años.
“Los Estados Unidos ha puesto mucho en mi educación y siento que si me deportan, el país perdería mucho”, comentó.
Jonatan Martínez, de 25 años, fue traído por sus padres cuando tenía cuatro años. Se graduó de Administración de Empresas y se encuentra en proceso de deportación. “Yo vengo de Georgia donde las leyes están ahora muy difíciles contra los estudiantes indocumentados. Lo que quiero es que la gente vea que queremos, con educación, retribuirle a este país porque es el único que conocemos”, indicó Martinez, quien supo que era indocumentado a los 17 años.
A Nicolás González, de 25 años y radicado en Chicago, sus padres lo trajeron a los cinco años de edad. “Me involucré en esta lucha cuando mi mamá falleció hace dos años de cáncer de pulmón”, afirmó.
La única mujer y la única ciudadana entre los marchistas es Raymi Gutiérez de Salt Lake City, Utah. Ella dijo que ella decidió participar porque tiene dos hermanos que son indocumentados.
Los estudiantes sobreviven de las donaciones que reciben en las ciudades a las que llegan.