‘Irene’ mantiene aún bloqueada la agricultura

Esta casa quedó en ruinas a raíz del huracán 'Irene' en Rochester, Vermont, según registra esta foto del pasado 30 de agosto. Los campos de cultivo también han sido afectados por el lodo que está ahogando la hierba.

Esta casa quedó en ruinas a raíz del huracán 'Irene' en Rochester, Vermont, según registra esta foto del pasado 30 de agosto. Los campos de cultivo también han sido afectados por el lodo que está ahogando la hierba. Crédito: Toby Talbot / AP

ROCHESTER, VERMONT – La mayoría de los desechos dejados por la tormenta tropical “Irene” – televisores, refrigeradores, juguetes y libros – ya fueron retirados de los pastos y campos de Liberty Hill Farm a lo largo del río White. Sin embargo, las aguas de la inundación también depositaron una capa de grava, arena y lodo que está ahogando la hierba en algunos puntos de la rica tierra arcillosa y obstaculizando la siembra de primavera de otras plantas alimenticias para las vacas lecheras.

“Todavía hay una enorme cantidad de trabajo que hacer arriba y abajo del valle”, dijo la agricultora Beth Kennett.

Más de 460 granjas de Vermont fueron dañadas por “Irene”. Siete meses más tarde del paso del huracán, los agricultores todavía están luchando con lo que las inundaciones dejaron atrás, incluyendo rocas, árboles, grava, arena y cieno que han transformado algunos campos de un fértil marrón a un matiz grisoso o blanco arena. La composición de la tierra afectará los rendimientos.

Algunos agricultores están pagando miles de dólares para utilizar excavadoras y bulldozers para remover los escombros y raspar el lodo. También están arando en la arena, adicionando nutrientes y pagando por semilla para resembrar cultivos.

El aire y el sol no pueden llegar a la hierba que está enterrada bajo pulgadas de cieno, por lo que los agricultores deben raspar, dijo Diane Bothfeld, subsecretaria de Agricultura. Para otros cultivos, la arena se está labrando bajo pero esto afecta a la fertilidad del suelo, dijo.

“Solía tener una gran capacidad de crecimiento, y ahora tienes toda esta arena en él, y sabes que allí no crecerá lo mismo”, indicó.

En los pueblos cercanos de Betel y Stockbridge, donde el río White se llevó amplios sectores de la carretera en un valle montañoso, potreros y campos de cultivo son de color blanco con arena, aunque pilas de la misma ya han sido eliminadas. En Liberty Hill, grandes extensiones de arena cubren el centeno que plantaron.

Los granjeros están recibiendo alguna ayuda con el reto de tener los campos listos. El otoño prolongado del año pasado y la primavera seca les ha dado tiempo para despejar los campos. El gobierno federal ha destinado $4.7 millones para reembolsar a los agricultores por el trabajo para recuperar su tierra. Las subvenciones cubrirán hasta el 75% del costo de la obra, pero el trabajo debe hacerse en primer lugar.

“Nada va a hacerlos sentir como antes, pero es significativo”, dijo Robert Paquin, director ejecutivo de la Agencia de Servicio Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en Vermont.

En los alrededores de Granville, Gordon Waite, administrador de la granja de Valley View Farm -que cría ganado alimentado con pasto-, trabaja con su tractor en la remoción de grava y rocas.

“Tomará mucho tiempo”, aseguró.

Las repercusiones de la tormenta probablemente se sentirán durante años. “Nuestro pasto fue arrasado”, dijo Kennett. “Hay áreas que tenemos que sembrar de nuevo de heno, áreas en las que normalmente tienen hierba, heno y pasto. Estamos pensando sembrarlos de maíz. A continuación podemos arar y luego obtener más materia de nutrientes en el suelo”.

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