Chelsea-Bayern: duelo sin favorito

Petr Cech, portero del Chelsea, espera coronar la temporada ganando la Liga de Campeones.

Petr Cech, portero del Chelsea, espera coronar la temporada ganando la Liga de Campeones. Crédito: AP / Lefteris Pitarakis

MUNICH, Alemania/AP – Una final inesperada de desenlace impredecible.

Chelsea y Bayern Munich dirimirán mañana la final de la Liga de Campeones sin un favorito claro. Los alemanes juegan en su propio estadio y en su ciudad, mientras que los británicos cotizan al alza luego de doblegar al multicampeón Barcelona en una brillante serie de semifinales y tras ganar la Copa de la FA.

La victoria daría al Bayern su quinta corona continental, mientras que para el Chelsea sería su primera Copa de Europa y la culminación del sueño del magnate ruso Roman Abramovich de inscribir el nombre del conjunto inglés en la aristocracia del fútbol europeo.

“La ciudad está entusiasmada y no puede esperar. Tenemos una gran oportunidad de ganar un título a nivel internacional y por cosas como estas es por lo que juegas al fútbol”, dijo el capitán del Bayern, Philipp Lahm, quien además es oriundo de Munich.

“Si ganamos, la temporada será calificada como la más importante en la historia del club”, reconoció sobre la importancia de la cita el arquero del Chelsea, Petr Cech.

Munich, plagada de carteles y referencias al partido, ya luce sus mejores galas para la gran final europea. Considerados casi como actores secundarios, los dos equipos superaron en semifinales a los grandes favoritos españoles Barsa y Real Madrid contra todo pronóstico.

Tanto Bayern como Chelsea han sido protagonistas de la competición en los últimos años. El Chelsea perdió la final del 2008 frente al Manchester United en una dolorosa definición por penales en Moscú. Más recientemente, en el 2010, el Bayern cayó por 2-0 ante el Inter de Milán en la final del torneo disputada en el Santiago Bernabéu de Madrid.

Olvidados los tropiezos, dos factores marcan el debate en las horas previas al choque.

Los alemanes son el cuarto club que disputa la final de la Copa de Europa en su estadio y el primero desde que la UEFA introdujo, en 1992, el actual formato de liguilla previa y eliminatorias.

El Bayern ganó los siete partidos disputados en su fortín de Munich en la presente Liga de Campeones y además los precedentes históricos favorecen casi siempre a los locales.

El Madrid en 1957 y el Inter de Milán en 1965 se alzaron con el torneo jugando en casa. Sólo la Roma tropezó como anfitrión en 1984, perdiendo el título ante el Liverpool.

“Alcanzar la final y jugar en tu propio estadio es algo realmente fantástico y un sueño hecho realidad para mucha gente dentro del club”, afirmó recientemente el holandés Arjen Robben, extremo del Bayern.

“El partido será abierto y las opciones están al 50 por ciento, pero podría ser una ligera ventaja jugar aquí en casa”, admitió el técnico alemán, Jupp Heynckes.

Sin embargo, el entrenador del Chelsea, Roberto Di Matteo, restó importancia a su condición de visitantes.

“No estoy seguro de que eso vaya a suponer una ventaja. Puede verse al contrario. Si lo miras desde otro ángulo, quizá eso les traiga una presión añadida”, señaló Di Matteo.

Al margen del factor campo, las duras eliminatorias frente a Barcelona y Madrid que lidiaron los hoy finalistas pasaron factura en forma de tarjetas y sanciones a titulares habituales.

El Chelsea no contará con John Terry, Raúl Meireles, Branislav Ivanovic ni el brasileño Ramires. Heynckes tampoco podrá alinear a Holger Badstuber, David Alaba y Luiz Gustavo.

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