Arzobispo cubano recibirá a Damas de Blanco
El grupo de disidentes le informará al cardenal sobre “los actos represivos" del Gobierno contra ese colectivo
Las Damas de Blanco, movimiento que agrupa a esposas y familiares de disidentes encarcelados, durante una de sus marchas pacíficas en La Habana Cuba. Crédito: Archivo / EFE
La Habana – El grupo disidente cubano Damas de Blanco se reunirá mañana con el Arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, para informarle sobre “los actos represivos” del Gobierno contra ese colectivo y otros activistas por los derechos humanos, según dijo hoy su portavoz, Berta Soler.
Soler afirmó que el encuentro está previsto por la mañana en la sede del Arzobispado de La Habana, y además de ella asistirán otras tres representantes del grupo.
Añadió que la cita les fue confirmada telefónicamente el martes por el canciller del Arzobispado, Ramón Suárez Polcari, a través del cual las Damas han mantenido su comunicación con la Iglesia católica en los últimos meses.
Según Soler, el principal motivo de la entrevista con el cardenal será “recordarle y decirle la situación interna actual de represión contra las Damas y otros activistas por los derechos humanos” así como su “recrudecimiento” desde julio pasado.
La última entrevista de las Damas de Blanco con Ortega, máxima autoridad de la Iglesia católica en Cuba, tuvo lugar en agosto de 2011.
Hace unos días el colectivo disidente también se refirió a su interés en solicitar la intermediación del arzobispo de La Habana para que el papa Benedicto XVI les conceda una audiencia en el Vaticano.
Sobre el estado de las relaciones entre la Iglesia cubana y este grupo femenino disidente, Soler aseveró hoy que los canales de comunicación entre las autoridades católicas y las Damas “no se han roto jamás”.
A finales de marzo, Benedicto XVI visitó la isla y se reunió con el presidente Raúl Castro y con el líder cubano Fidel Castro, pero su agenda no incluyó encuentros con la disidencia interna.
Según grupos opositores, durante aquella visita se impidió además a miembros de la disidencia asistir a las misas oficiadas por el papa.
En mayo de 2010, la jerarquía católica cubana y el Gobierno de la isla abrieron un inédito diálogo que fructificó en un proceso de excarcelación de presos políticos.
Desde entonces, la Iglesia ha adquirido un renovado rol como interlocutora ante las autoridades cubanas y ha abierto espacios de intercambio y diálogo sobre temas como la diáspora y la reconciliación entre cubanos de fuera y dentro del país, entre otras cuestiones.
