España: rescate de bancos alcanzaría 78.000 millones

El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo en Luxemburgo que la cantidad concreta se conocerá en los próximos días

MADRID – El préstamo de la Unión Europea para sanear el problemático sector bancario español podría alcanzar el equivalente a $78.000 millones, en la primera aproximación oficial a lo que costará el rescate financiero de España.

La cantidad, calculada por dos evaluaciones independientes encargadas por el gobierno y divulgadas hoy, es inferior a línea de crédito de hasta un máximo de $125.000 millones habilitada por Bruselas después de que España pidiera auxilio económico a sus socios el 9 de junio.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo en Luxemburgo que la cantidad concreta que pedirá el país se conocerá en los próximos días y que antes de julio se definirán los mecanismos del crédito.

“Estamos hablando de cifras agregadas que se distancian mucho del máximo acordado por el Eurogrupo como ayuda financiera España”, dijo hoy el subgobernador del Banco de España Fernando Restoy en rueda de prensa, haciendo hincapié en que el rescate europeo será suficiente para sanear la banca.

Las auditorías, realizadas por las empresas Oliver Wyman y Roland Berger, evaluaron la cartera de crediticia de los 14 principales grupos bancarios del país, lo que supone el 90% del sistema financiero.

Los resultados arrojaron dos cifras diferentes sobre las necesidades de recapitalización de la banca española ante una coyuntura como la actual y un hipotético escenario de deterioro económico más acusado en un periodo de tres años.

En una situación como la presente, la banca podría requerir hasta €25.600 millones ($32.170 millones) en “provisiones adicionales” reservas que los bancos guardan para afrontar posibles impagos.

En el escenario estresado, que recreaba un cuadro macroeconómico con caídas en el precio de la vivienda de un 60% o una contracción acumulada del PIB del 6,5%, la horquilla sería de entre €51.000 y €62.000 millones ($64.085-$78.000 millones).

Restoy consideró que la posición de la banca española es bastante “cómoda”, incluso en las peores condiciones posibles, y dijo confiar en que las conclusiones lancen un mensaje de tranquilidad a los mercados.

“No estamos hablando de necesidades imperiosas de capital para las entidades”, explicó Restoy sobre las cifras. “Estamos hablando de capital que haría falta si se observase o verificase un escenario de extrema tensión que está muy lejos de producirse”.

No obstante, Mike Miller, analista de Capital Economics en Londres, señaló que algunos inversionistas pueden interpretar que el deterioro económico de España, que encara su segunda recesión en cuatro años y soporta un desempleo del 24,4%, todavía puede dañar aún más la economía.

“Con los resultados parece que hay un margen de seguridad bastante amplio para que funcione el rescate”, admitió Miller. “Pero no se puede negar que la situación económica de España todavía podría empeorar más allá de lo que estas pruebas definen como un escenario adverso”.

España presumió en su día de tener una de las bancas más sólidas del mundo, pero las entidades financieras han pagado caro sus créditos vinculados a la construcción, cuyo valor se hundió con el colapso inmobiliario, la recesión y el desempleo.

La gravedad de la crisis obligó al gobierno conservador español a admitir que no podía rescatar a su banca en solitario.

Los problemas del sistema financiero español se circunscriben a un 30% del sector, según el Fondo Monetario Internacional, mientras que grandes grupos como Santander y BBVA se mantienen en buena forma gracias a la diversificación de sus inversiones en el exterior.

Según Restoy, ni el Santander ni el BBVA, por ejemplo, necesitarían capitalizar un solo euro adicional en el peor escenario económico posible y que el grueso de los problemas financieros de España se centran los ocho bancos nacionalizados, la mayoría de ellos ahogados en un mar de viviendas, suelo y créditos en riesgo de impago vinculados al colapso inmobiliario.

Las evaluaciones no ofrecieron detalles banco a banco, sino una cifra global del sistema. En julio, se espera una segunda fase de auditorías en la que sí se conocerán requerimientos individualizados de cada entidad.

En septiembre, se realizará otra prueba de resistencia a la banca. Las entidades deberán presentar entonces un plan de solvencia para cumplir los requerimientos del gobierno. De no poder hacerlo en solitario, tendrán nueve meses para acudir al dinero del fondo del rescate europeo.

Por su parte, los bancos que ya están en problemas podrán solicitar esa ayuda en cualquier momento.

Las características del crédito europeo todavía no se conocen y están siendo negociadas entre el gobierno español, Bruselas y el FMI. El dinero europeo se canalizará a través del Estado español a los bancos, pero todavía no se conocen los intereses que se pagarán por el préstamo y las condiciones de devolución.

Restoy admitió que la Comisión Europeo baraja la posibilidad de crear un llamado “banco malo”, que concentraría los activos tóxicos de la banca (viviendas, hipotecas, promociones y suelo) para intentar darles salida y liberar los balances de las entidades.

La desconfianza en el sistema bancario español y la crisis de deuda que atraviesa Europa pusieron a la economía ibérica contra las cuerdas en las últimas semanas. Los diferenciales de la deuda española se llegaron a disparar al 7,20%, una frontera que se considera insostenible para financiarse y cercana a los niveles que empujaron a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir un rescate internacional.

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