Monjas católicas “llaman” para que se apruebe el Dream Act

Las miembros de la congregación Hermanas de la Misericordia reunidas hoy en Carolina del Norte emplazaron a ciudadanos para que llamen por teléfono a los legisladores y así impulsar la aprobación del Dream Act

CONCORD,Carolina del Norte – Más de 300 monjas católicas de la congregación Hermanas de la Misericordia reunidas hoy en Carolina del Norte por su asamblea anual reservaron tiempo para llamar a los legisladores federales y abogar por el Dream Act.

“Estos son nuestros hermanos y hermanas (inmigrantes) y debemos ayudar a los más vulnerables. Así que tomen sus teléfonos celulares, déjenles saber a sus legisladores que son votantes, y que apoyan esta propuesta de ley”, enfatizó a la audiencia la hermana Rose Marie Tresp, directora de justicia de la Comunidad Sur Central.

El grupo reunido hoy en Concord, al norte del estado, lo conforman cerca de 630 religiosas de 18 estados del país incluyendo Guam y Jamaica, que desde 2008 luchan por cambios migratorios y la erradicación del racismo y los perjuicios.

Las Hermanas de la Misericordia es una comunidad internacional de mujeres católicas fundada en 1831 en Irlanda, que dedican sus vidas a Dios mediante votos de pobreza, castidad, obediencia y servicio.

Hay 3.700 religiosas que sirven en más de 200 organizaciones en Estados Unidos, América Central, Sur, Caribe, Guam y Filipinas y 10.000 a nivel mundial.

La iniciativa de “Llamar por un Sueño” es parte de una estrategia de presión para la aprobación de la legislación federal que hace 11 años permanece estancada en el Congreso y otorgaría un camino a la ciudadanía a estudiantes indocumentados.

Se estima que más de 1,4 millones de estudiantes sin papeles en el país podrían beneficiarse para la legalización por el Dream Act y cerca de 50.000 en Carolina del Norte.

“Aunque nos complace el anuncio del presidente del alivio migratorio a los jóvenes, que generó entusiasmo en la comunidad y abrió un camino de esperanza, hay que seguir luchando por una solución permanente”, enfatizó hoy a Efe la hermana Rosemary Welsh, directora de Casa de Misericordia, refugio de mujeres y niños en Laredo (Texas).

Welsh y la hermana María Luisa Vera, de origen mexicano, resaltaron la necesidad de mantener a las familias unidas conformadas por miembros con estatus migratorios mixtos entre ciudadanos, residentes permanentes e indocumentados.

“Conocemos el impacto que podemos tener debido a nuestra reputación. En Laredo hemos detenido deportaciones de personas con llamadas e inclusive conseguido ayuda médica para indocumentados”, enfatizó Welsh.

Según la hermana María Elena González, de San Antonio (Texas), el futuro de la comunidad hispana está en la educación de los jóvenes.

“Lo que hicimos hoy con nuestras llamadas es una contribución a la causa porque nuestra juventud es lo más importante, y aunque hay esperanza en al comunidad, pero todavía hay muchos inmigrantes que siguen luchando”, acotó González a Efe.

Para “soñadores” como Cyntia Martínez, del grupo NC Dream Team, la iniciativa hoy de las religiosas “prueba con hechos” el apoyo que han brindado a la batalla que libran los estudiantes indocumentados para cumplir sus sueños de educación superior.

“Nos han ayudado bastante hoy con sus llamadas. Muchos de nuestros aliados dicen que nos apoyan pero no hacen nada en concreto. Esto es lo que necesita nuestro movimiento”, añadió otra soñadora, Estephania Mijangos, que comenzará este año a estudiar en el Belmont Abbey College, un centro educativo superior católico del estado.

Además de los aspectos de justicia social, la hermana Tresp que reside en Belmont, al sureste del estado, sede de la Comunidad Sur Central de las Hermanas de la Misericordia, resaltó las ventajas económica del “Acta del Sueño”.

“Queremos (que los jóvenes) se conviertan en doctores, enfermeras y profesores. Económicamente es bueno para el país”.

Aunque agradecida por el apoyo del grupo religioso, Viridiana Martínez, cofundadora del NC Dream Team, también aprovechó la oportunidad para reiterar el “escepticismo” que existe entre los soñadores con respecto al anuncio de la semana pasada del presidente.

“Hay que monitorear muy de cerca las acciones que van a tomar de ahora en adelante las autoridades migratorias de cada localidad”, declaró Martínez a Efe.

“Esto no es una orden ejecutiva, es una ampliación a los soñadores de la discreción que tiene ICE para otorgar la acción diferida. De todas maneras realizaremos reuniones y charlas para educar a la comunidad”, finalizó la activista.

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