Grupos en contra de al Asad unifican posturas

La oposición asegura que es competente y puede trazar el perfil futuro de Siria.

El activista  Homs  Abu-Salah (centro) tras finalizar el cónclave.

El activista Homs Abu-Salah (centro) tras finalizar el cónclave. Crédito: EFE

EL CAIRO, Egipto (EFE).- Los principales grupos de la oposición siria elogiaron ayer la unificación de sus posturas sobre el futuro de su país, lograda en la reunión que celebraron en El Cairo esta semana, aunque en ella no se abordó la forma de derrocar al régimen y pese a la retirada del bloque kurdo.

El jefe de la oficina del Consejo Nacional Sirio (CNS) en El Cairo, Yaber al Shufi, aseguró que esta reunión, “que agrupó a muchos grupos de la oposición, es un mensaje importante dirigido al interior de Siria y al extranjero, para demostrar que la oposición es competente y puede trazar el perfil de la futura Siria”.

El activista, que no dio mucha importancia a la retirada del bloque kurdo de esa reunión, celebrada el lunes y el martes, mostró su esperanza en que ese grupo rectifique su decisión.

El portavoz de la Unión de los Estudiantes Libres Sirios (UELS), Yawad al Jatib, que pertenece también a la minoría kurda, lamentó que los documentos aprobados en la reunión evitaron utilizar la expresión “pueblo kurdo”, al considerar sus redactores que en Siria tan solo existe el “pueblo sirio”.

Al Jatib explicó que los textos aprobados son importantes pese a la retirada del bloque kurdo, que incluye a una decena de partidos políticos de esa etnia y personalidades independientes.

Los participantes en la cumbre aprobaron el llamado “Documento de la gestión de la época de transición”, que explica los pasos que dará la oposición para llenar el vacío que dejará una eventual caída del actual régimen.

Además, también fue aprobado el documento bautizado como “Pacto nacional”, que incluye los principios en que se basará la futura Constitución siria y la carta magna provisional durante la transición.

Según el primer texto, la transición empezará justo después de la caída del presidente, Bachar al Asad, con la destitución del actual Gobierno y el Parlamento y la formación de un Ejecutivo en funciones integrado por fuerzas opositoras y por aquellas personalidades sin delitos de sangre o que no hayan saqueado fondos públicos.

Una vez asuma ese gabinete se disolverá el partido gobernante Baaz y se confiscarán sus bienes, así como los de los altos dirigentes del régimen y sus familiares implicados en crímenes. Después, se convocará una conferencia en Damasco de todos los grupos opositores para formar un cuerpo legislativo temporal, que emitirá un acta constitucional, y un gobierno interino, encargado de organizar elecciones en un periodo máximo de un año.

El Parlamento elegido refrendará un proyecto de Constitución que será sometido a referéndum en un plazo de seis meses y de la mayoría parlamentaria se formará un nuevo Gobierno.

Los dos textos evitaron precisar los mecanismos que hay que seguir para derrocar al régimen y no estudiaron la opción de pedir una intervención militar en Siria para proteger a los civiles, tal como reivindican el CNS y los militares desertores.

El jefe del Consejo de la Coordinación Nacional (CCN, máximo órgano de la oposición interna), Hasán Abdelazim, aseguró que los participantes abogaron por apoyar al movimiento revolucionario y al Ejército Libre Sirio, pero no estudiaron la opción de pedir una intervención militar.

Abdelazim añadió que el CCN defiende que el cambio tiene que ser con el esfuerzo de los sirios y rechaza cualquier intervención militar extranjera en su país.

Explicó, además, que los grupos opositores no incluyeron las peticiones de establecer una zona de exclusión aérea o un embargo aéreo en el país, ni la necesidad de garantizar corredores humanitarios porque, a su juicio, todas esas opciones requieren una intervención extranjera.

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