Maestras alegan que fueron despedidas por embarazo

Una profesora dominicana y otra puertorriqueña denunciaron a la gerencia de la escuela como dictatorial y discriminatoria.

La Charter School for International Cultures and the Arts, del Sur de El Bronx, donde trabajaban las maestras hispanas.

La Charter School for International Cultures and the Arts, del Sur de El Bronx, donde trabajaban las maestras hispanas. Crédito: VICTOR MATOS / ESPECIAL PARA EDLP

EL BRONX – Dos maestras despedidas de una escuela charter denunciaron la forma en que lo hicieron y califican a la gerencia de la escuela como dictatorial y discriminatoria, en la que rige el favoritismo.

Loyda Suero, dominicana, y Leslie Cruz, puertorriqueña, trabajaron este semestre como profesoras de español para la clase de Jardín de Infancia bilingüe, niños de 5 años, en la South Bronx Charter School for International Cultures and the Arts, en el 577 Este de la calle 139 de El Bronx.

Sin embargo, aunque aseguraron tener buena relación con los niños, los padres y gerencia de la escuela, Suero señaló que todo cambió -en su caso- cuando dijo que estaba embarazada.

“La directora, Evelyn Hey, me dijo que quería una profesora que estuviera todo el año con los niños”, indicó Suero, quien dará a luz en febrero y se comprometió a tomar sólo un mes de maternidad. “A mí me encantaría que tú volvieras, pero yo tuve una niña y nació enferma del corazón y tardé siete años en volver…”, dijo Suero, de 24 años, refiriéndose a lo que le respondió Hey, indicándole que las profesoras tienen que planificar ser madres en verano.

“Ellas no tienen el tipo de protección que nosotros tenemos [los sindicalizados], pueden ser despedidas sin razón”, dijo Richard Riley, encargado de prensa del Sindicato de Profesores (UFT).

Puestos en contacto con la escuela, Hey fijó una fecha para ser entrevistada, pero la canceló apenas una hora después por recomendación de su departamento legal. “No quiero meter a la escuela en problemas”, nos dijo Hey.

El 27 de junio -cuando las maestras fueron a recoger sus pertenencias- les pidieron una lista con las lecciones y trabajos realizados para orientación de la próxima maestra.

Así lo hicieron, pero cuando regresaron del almuerzo encontraron que sus carteras estaban abiertas y faltaban sus carpetas de lecciones y trabajos que habían ido construyendo por sí mismas a lo largo del año.

“Me espanté, las carpetas con mis lecciones, que es mi trabajo ¡que nadie me dio! y que necesito mostrar para conseguir otro empleo, se las habían llevado”, dijo Suero.

“Me acerqué a la asistente de la directora… y nos dijo que eso es propiedad de la escuela”, indicó Cruz, de 34 años. Fueron a la oficina y encontraron a otra asistente haciendo fotocopias de sus carpetas: “Te las vamos a dar de vuelta cuando hagamos copias”, les informó. Ambas esperaron a que las hicieran, pero Suero aún no recuperó los estudios y trabajos que hizo “sobre el caracol y la manzana”, según denunció.

“Me molesté ¡tanto! porque era un abuso de poder…. Me dio coraje porque sentimos que nos pisotearon… ‘Si usted necesita eso ¿por qué no nos lo pidieron, cómo tuvieron ese atrevimiento?’”, afirma Cruz que les increpó.

Ambas denuncian una gerencia que presiona a unas maestras y privilegia a otras, incluso a la hora de hacer una cita médica. “Me dijeron que hiciera mis citas en las vacaciones”, afirma Suero. Asimismo, denunciaron la falta de dirección y liderazgo con las maestras nuevas. “No tenías un mentor, delegaban en otros compañeros que llevaban cuatro años, pero ésa no es su misión. No había apoyo, teníamos que inventarnos nuestras lecciones. Lo único de lo que se preocupan es de la lectura, porque es lo que sube el grado de la escuela”, dijo Cruz.

Ambas indicaron no ser las únicas despedidas. Hubo otra más, dos maestras que renunciaron y otra embarazada que la bajaron de puesto y la pusieron como sustituta para el próximo año. “Las maestras viven con temor sobre qué pasará al final de año ¿me quedo o me voy?. Como no tenemos unión (sindicato), pero con todo eso, una como maestra tiene sus derechos y no debería ser así”, afirmó Cruz.

“Es puro show. Te explotan para quedar bien y luego te dan la patada… “, declaró Suero.

Asimismo, ambas denunciaron la forma en que la escuela manejó el cuestionario que los maestros responden para el Departamento de Educación (DOE). “Instalaron computadoras en la oficina de la directora y ésta nos dijo que esperaba que pusiéramos todo bien y que si había algo mal que se le dijera a ella antes de ponerlo, mientras se paseaba entre nosotras, se paraba detrás de ti … esa advertencia yo la considero una amenaza… “, afirmó Cruz.

Pero el DOE indicó que este cuestionario es para todas las escuelas. Su objetivo es recopilar información para mejorar el ambiente de aprendizaje y es totalmente confidencial.

“Cualquier práctica que tenga la apariencia de violar este código de conducta será investigada y, dependiendo de los resultados, el cuestionario puede ser invalidado y otras medidas disciplinarias pueden tomarse”, indica el Código de Ética que rige el cuestionario.

Suero se graduó del Lehman College y Cruz estudió en Puerto Rico.

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