Ryan, el salvador

La designación de Paul Ryan reafirma la línea económica de Romney

La posibilidad de Mitt Romney de una victoria en las elecciones de noviembre las dejó casi enteramente a la retórica de su nuevo acompañante.

Paul Ryan, el joven representante de Wisconsin, pretende darle fuerza en algo que Romney nunca logró acertar desde que se convirtió en el virtual candidato de los republicanos.

Cuando Rick Santorum dejo la lucha por la Casa Blanca en las primarias republicanas, el equipo político de Romney había apostado en ultimar al presidente Barack Obama con una retórica política centrada en la economía.

El resultado de esta estrategia no fue fructífero. A pesar de que la economía no se recupera, el mensaje de Romney nunca resonó con la población norteamericana. Asimismo, sus propios compañeros de ideología se encargaron de darle golpes certeros durante las elecciones primarias.

Rick Perry le llamó “buitre capitalista”. Newt Gingrich cuestionó públicamente la falta de transparencia de sus impuestos personales en el fisco.

Estas dos acusaciones, como fue de esperar, sirvió al presidente Obama para crear no solamente una defensiva, sino una ofensiva política. Sus anuncios políticos en la televisión y en otros medios de comunicación tuvieron como tarea primordial atacar las preseas de Romney en el mundo de los negocios.

La compañía Bain Capital, a la cual Romney fundó y dirigió, se convirtió en su sarcófago político. Lo mismo sucedió con sus impuestos personales.

En general, Obama dictó la retórica política hacia la Casa Blanca. Hoy, sin embargo, con la nominación de Paul Ryan a la vicepresidencia, Romney pretende salir de ese letargo político.

La nueva estrategia de Romney es poner la propuesta del presupuesto federal de Ryan en la primera página de la retórica nacional. Con lo anterior, su equipo pretende volver al tema de la economía, pero en función de deshacerse de las constantes acusaciones de los demócratas de ser un promotor salvaje del capitalismo y un ciudadano deshonesto en cuestiones de impuestos.

De momento su objetivo parece darle resultados positivos. Los medios de comunicación se han encargado de darle una dosis nueva al tema de seguros sociales, educación, Medicare y otros temas relacionados con la propuesta de Ryan.

Sus críticos no han podido volver poner a su ex compañía financiera, Bain Capital y a sus impuestos personales en el ojo del huracán.

Empero, esto resultados son pasajeros y están ligados con la luna de miel de su candidato a la vicepresidencia.

La propuesta del presupuesto de Ryan es tan draconiana como las empresas de Romney. Bain Capital hizo trisas, como buitres con una carroña, a pequeñas y medianas empresas que estaban en pleno proceso de recuperación.

El presupuesto de Ryan es una arma mortal contra la población de la tercera edad, la educación, los seguros sociales y principalmente los latinos.

Romney y su compañero de equipo tienen una estrategia que incita el capitalismo salvaje.

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