NY le confisca $31 millones a familia peruana Sánchez-Paredes

Alegadamente, los peruanos usaron cuentas para esconder ganancias del tráfico de cocaína

NUEVA YORK – El fiscal del distrito sur de Nueva York anunció hoy la confiscación de más de $31 millones en cuentas estadounidenses debido a su vinculación con una operación de lavado de dinero proveniente del narcotráfico que supuestamente maneja la familia peruana Sánchez-Paredes.

La demanda interpuesta ayer en la corte federal de Manhattan por el fiscal Preet Bharara asegura que la familia usó las cuentas de varias empresas durante décadas para esconder ganancias obtenidas a través del tráfico de cocaína.

La confiscación en nueve cuentas de bancos estadounidenses es resultado de órdenes de incautación emitidas en septiembre. Fondos adicionales en tres bancos peruanos también han sido congelados, anunció la fiscalía en un comunicado.

“A pesar de que esta conocida familia de narcotraficantes podría estar fuera de nuestro alcance, las ganancias obtenidas durante décadas de operaciones de lavado de dinero no lo están”, dijo Bharara en el comunicado.

Las autoridades peruanas empezaron a investigar a la familia Sánchez-Paredes en 1981 y en abril del 2010 presentaron una denuncia penal, la cual sigue pendiente.

El clan está acusado de financiar negocios como empresas mineras, de bienes raíces, transporte y de reparación de vehículos, entre otras, para el lavado de millones de dólares en ganancias provenientes del narcotráfico. La familia no puede demostrar el origen legal de al menos $52 millones que fueron supuestamente ganados a través de estas empresas, señaló la fiscalía neoyorquina.

Las cuentas bancarias confiscadas están bajo nombres de miembros de la familia, empresas que opera la familia y empleados de los negocios de ésta, además de otras compañías que se sospecha están involucradas en la presunta operación de lavado de dinero.

Al menos dos miembros del clan Sánchez-Paredes, Percyles Hermenegildo Sánchez-Paredes, y Segundo Simón Sánchez-Paredes, fueron asesinados en 1987 y 1991 respectivamente, cuando suministraban cocaína a carteles de México y Colombia, explica la fiscalía en los documentos de la denuncia interpuesta en Nueva York. Varios familiares de los asesinados han reportado “sustanciosas ganancias” a través de los años sin justificar el origen.

En marzo del 2007, las autoridades peruanas incautaron aproximadamente 125 toneladas de óxido cálcico, un producto químico usado tanto en el sector minero como en la producción de cocaína. Dos empresas de la familia Sánchez-Paredes, Minera Aurífera Santa Rosa (Comarsa), y Minera San Simón, habían comprado el material, señalan los documentos de la corte.

“Los documentos internos de Comarsa demuestran que en varias ocasiones la cantidad de óxido cálcico no correspondía con las cantidades necesitadas para procesar oro”, señala el comunicado de la fiscalía. “Esto sugiere que Comarsa no está de hecho involucrada en el negocio minero del oro sino en el negocio de la producción de cocaína”.

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