Entrevista

Susan Sarandon viaja en el tiempo con ‘Cloud Atlas’ (Fotos y video)

Susan Sarandon, protagonista de 'Cloud Atlas' junto a Tom Hanks, Halle Berry y Hugh Grant habla del filme codirigido por los hermanos Wachowski.

Mañana estrena su más reciente trabajo, 'Cloud Atlas'.

Mañana estrena su más reciente trabajo, 'Cloud Atlas'. Crédito: ap

La carrera de Susan Sarandon dio inicio con un toque de suerte: en 1969 acompañó al que por aquel entonces era su marido, Chris Sarandon, a una audición para el filme Joe. Él no se hizo con un papel. Ella sí.

La mayor en el seno de una familia con nueve hermanos, Susan Abigail Tomalin, nacida en Nueva York hace 66 años, logró a partir de ese momento formar parte de una trayectoria profesional en la que no ha dejado de compartir cartel con estrellas de todo tipo —Jack Lemmon (The Front Page), Robert Redford (The Great Waldo Pepper), Burt Lancaster (Atlantic City), Shirley MacLaine (Loving Couples), Michelle Pfeiffer (The Witches of Eastwick), Kevin Costner (Bull Durham), Marlon Brando (A Dry White Season), Nick Nolte (Lorenzo’s Oil), Julia Roberts (Stepmom), Dustin Hoffman (Moonlight Mile), Tommy Lee Jones (In the Valley of Elah) y Richard Gere (Arbitrage)—.

Pero su labor en cuatro títulos muy concretos es la que ha catapultado en la lista de las mejores actrices de su generación: The Rocky Horror Picture Show, hoy un filme de culto; The Hunger, que la emparejó con Catherine Deneuve en la más adulta historia de vampiros de las últimas décadas; Thelma & Louise, donde ella y Geena Davis lideraron una verdadera revolución feminista en la gran pantalla; y Dead Man Walking, que dirigió quien era por aquel entonces su compañero sentimental Tim Robbins y le valió un Oscar de la Academia a la Mejor Actriz (dio vida a una monja que entabla relación con un condenado a muerte, a quien encarnó Sean Penn).

Mañana estrena su más reciente trabajo, ‘Cloud Atlas’ , que han co-dirigido Lana Wachowski, Andy Wachowski (ambos autores de la trilogía The Matrix y Speed Racer, también con Sarandon) y el alemán Tom Tykwer (Run Lola Run).

La cinta, adaptada de la novela de David Mitchell, detalla cómo diversos personajes, a través del tiempo, dan lugar a historias entrecruzadas donde las emociones, los pensamientos y la libertad definen sus vidas semi-inmortales.

En Cloud Atlas cada actor ?entre ellos Tom Hanks, Halle Berry, Ben Whishaw y Hugh Grant? dan vida a varios personajes; en el caso de Sarandon son cuatro: Madame Horrox, esposa del propietario de una plantación en el Pacífico Sur de 1849, Ursula, el amor perdido de un editor veterano en la Inglaterra de 2012, Suleiman, una científica en el Neo-Seúl de 2144, y Abbess, una especie de sacerdotisa en un mundo futuro desolado en el año 2346.

Del desafío de formar parte de un filme de estas características habló con La Vibra.

‘Cloud Atlas’ es una película difícil de catalogar. ¿Cómo se sintió al leer el guión por primera vez?

Había leído el libro y me había encantado. Era un libro inusual, que rompió el molde de cómo se cuentan historias. Cuando [los hermanos Wachowski] me lo enviaron no me dijeron para qué papel me querían. Pasó el tiempo y me llamaron diciéndome que querían que formara parte del proyecto, que si quería trabajar con ellos en Berlín de nuevo [tras Speed Racer].

Ni siquiera leí el guión. Sabía que quería formar parte de cualquier cosa que [los Wachowski] hagan, porque son tan brillantes, tan divertidos, tan experimentales… Me dijeron qué otros actores iban a formar parte del filme y finalmente me enviaron el guión. Lo leí, me dije que no sabía cómo demonios iban a filmar eso —algo que no era mi problema—, y me dijeron para qué papeles me querían.

Cuando llegué allí fue como formar parte de una compañía de repertorio teatral. No hubo oportunidad de mostrar tu ego y estar nerviosa o preocupada. Todos estábamos preparados para tirar adelante y pasarlo bien.

Tuvimos dos foros, con dos grupos de directores, pero nunca fue confuso. Me lo pasé increíble. Fue un honor. Porque [Cloud Atlas] muestra lo que el cine es capaz de hacer: no trata a la audiencia con condescendencia, sino que da la oportunidad de mostrar ideas épicas con escenarios épicos. No es una secuela de una secuela… Es la combinación perfecta de una producción complicada desde una perspectiva técnica con historias emotivas muy sentidas.

El hecho de que tuvieron la idea de repetir actores, de forma muy sutil, sin importar la época, el sexo, el color de su piel, [da a entender] que la esencia de la humanidad es la misma y solo trabajando juntos podemos llegar a algún lugar. Esa idea tan optimista me gustó.

Un ejemplo de eso es la historia de amor entre el compositor Frobisher (Ben Whishaw) y su amante Rufus Sixsmith (James D’Arcy)…

Es la que me afectó más emotivamente. Estoy de acuerdo. Y [Rufus] es el único personaje que termina en otra historia años después, con [el personaje de] Halle Berry.

Es sorprendente que una película tan arriesgada como esta obtuviera dinero de un estudio [Warner Bros.].

De hecho consiguieron dinero de todo el mundo, porque se trata de una película independiente. En cierta forma debe ser como se vendió 2001 [la obra maestra de Stanley Kubrick de 1969]: algo que nunca nadie ha visto, que empieza en un lugar y termina en el futuro, donde nada es igual… Es esperanzador que un estudio aportara dinero y que se encontrara una forma de mostrarla al público. Da ánimo al negocio [del cine].

A veces se culpa a los estudios por no hacer un cine más adulto, pero a veces es el público el que no quiere ser exigente. Y ‘Cloud Atlas’ exige plena atención por parte de la audiencia.

No sé si eso es verdad… Dead Man Walking hizo más de $100 millones, y eso es mucho dinero. Y fue una película mas difícil de hacer. Al menos ‘Cloud Atlas’ tiene acción y un final feliz. Muchas películas estúpidas tampoco tienen éxito. Al final se trata de contar una historia y hacerla accesible al público. Creo que a menudo se subestima a la audiencia, que creo que es capaz de apreciar un proyecto con grandes ideas. La pregunta es si el espectador es un buen viajero.

Una de mis hermanas, la primera vez que fue a Francia, reaccionó ofendida cuando se dio cuenta que los sandwiches allá no eran iguales que en New Jersey. Si no eres capaz de rodearte de algo distinto, si necesitas ver siempre lo mismo para sentirte seguro, entonces es posible que tengas problemas con los primeros minutos de ‘Cloud Atlas’ , porque de inmediato sabrás que no tiene nada que ver con lo que se ha visto antes. Uno no sabe qué va a suceder. Y normalmente uno siempre lo sabe.

Cuando leo guiones, casi siempre sé lo que va a suceder tras las primeras diez páginas. Si alguien no es abierto de miras, este filme será difícil, porque te pide que te rindas a él. Pero una vez lo haces, es bastante claro. Y la segunda vez aún es mejor.

¿Ve sus películas dos veces a menudo?

¡Nunca! A veces ni quiero verlas una primera vez. Lo que pasó es que nos invitaron a verla en Chicago, en el estudio de los Wachowski, la primera vez. Y al día siguiente la vimos en Toronto, donde la gente la recibió de forma muy entusiasta. La segunda vez la vi de forma muy distinta. No es que se tenga que ver dos veces, pero mucha gente quiere hacerlo para atrapar nuevas ideas y diálogos.

Los hermanos Wachowski son muy espectaculares desde un punto de vista visual, pero también sutiles manejando las emociones… Sin duda. Y son muy valientes cuando hablan de “grandes ideas”, no complicadas, sino grandes. Agarran el mito de Joseph Campbell y le dan vida desde una perspectiva muy romántica.

Son valientes y revolucionarios, en un mundo que es bastante convencional.

Son muy subversivos. No hay subversión mayor que en The Matrix. Y ‘Cloud Atlas’ también lo es: cada personaje que termina siendo un revolucionario empieza no siéndolo. Algo pasa —un acto de amabilidad, por ejemplo— los despierta, y les obliga a mirar lo que sucede a su alrededor de forma distinta. Tienen la opción de elegir por lo que quieren luchar y de definir quiénes son. [La película] viene a decir que todos somos protagonistas de nuestra propia vida, y si tienes la oportunidad, si vives tu vida al máximo, tendrás oportunidad de cambiar el mundo. El poder vive de separar a la gente, de subyugarla. Divididos caeremos, unidos sobreviviremos. Ese es un mensaje subversivo.

De todos los personajes que encarna en el filme, ¿con cuál se identifica más?

La sacerdotisa: es mayor, en una posición en la que puede ayudar a la gente, entiende lo que sucede… Es una madre sabia.

Habla de forma entusiasta de ‘Cloud Atlas’. ¿Qué otras películas de su carrera le hacen sentir igual?

Yo encontré el libro en el que se basó Dead Man Walking y yo fui quien convencí [a todo el mundo] para que se hiciera. Es una película que influyó a mucha gente e inició un diálogo [acerca de la pena de muerte]. También tengo un espacio reservado en mi corazón para Bull Durham, porque mi personaje era fantástico.

Son muchos años haciendo películas que han definido a generaciones. Su carrera, ¿ha sido algo planeado, diciendo ‘no’ a muchos proyectos, o simplemente ha tenido suerte?

He tenido suerte. Porque muchas veces he preferido cuidar de mis hijos y cuando he regresado [al cine] he encontrado trabajo de nuevo. De lo que estoy muy orgullosa es que aún me lo paso bien. Ser una mujer en este negocio durante tanto tiempo puede que a veces te haga resentida.

Aunque ahora tenga papeles más breves y no me paguen lo que me solían pagar, no ha afectado lo bien que me lo paso. Aún me sorprendo a mí misma y sigo teniendo aventuras. Y espero que continúe, y mientras lo haga, seguiré en este negocio, porque siempre me ha tratado muy bien.

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