Voluntario hispano al pie del cañón

Una residente de Far Rockaway en Queens, intentaba limpiar el lodo y escombros de su vecindario, una de las zonas más afectadas por el huracán Sandy.

Una residente de Far Rockaway en Queens, intentaba limpiar el lodo y escombros de su vecindario, una de las zonas más afectadas por el huracán Sandy. Crédito: AP

Nueva York – Los hispanos han dado su mano en el proceso de recuperación del desastre que dejó el huracán Sandy.

Ese fue el caso del puertorriqueño Félix Allende quien desde hace tres días ha servido como voluntario en una estación de bomberos en Far Rockaway, Queens.

“Empezamos preparando las cosas en caso de incendio y lo que fuera a pasar después que llegara Sandy”, dijo Allende, de 28 años, quien es voluntario desde febrero de este año. “Estuvimos evacuando familias de sus casas, ayudando a pasar gente por el puente, apagar incendios”.

Allende, el único hispano en la estación de bomberos de Roxbury, vivió en carne propia la experiencia de la inundación que sufrió el barrio, ya que el lunes en la noche cuando estaban esperando la llegada de Sandy, la estación se empezó a inundar.

“Vimos que el agua entró y estaba subiendo rápidamente, tratamos de salvar algunas cosas poniéndolas en los estantes altos, pero se alcanzó a dañar mucho del equipo que teníamos”, recordó Allende.

“Tuvimos que subir al segundo piso y más de una hora después, cuando el agua empezó a bajar pudimos bajar asistir otra gente”, agregó Allende, quien trabaja además como paramédico del hospital Mamoinides.

Según el puertorriqueño, la ambulancia que tenían preparada se daño porque el agua la cubrió, lo único que funcionó fue el camión de bomberos.

Desde el lunes en la noche, Allende y sus compañeros se tomaban turnos para dormir dentro de autos, en la estación o en la ambulancia.

“[Esto] fue horrible, dejó mucho más desastre. Con Irene no se inundó la estación, en cambio con Sandy si y nos destruyó mucho del equipo”, aseguró Allende.

Después que pasó el huracán, los voluntarios empezaron con la misión de rescate tocando de casa en casa.

“Encontramos 11 familias, les dijimos que íbamos a estar alrededor por si necesitaban algo. También ayudamos en apagar incendio”,dijo Allende.

“Lo más importante es que no hubo fatalidades en nuestra área”, indicó Allende. “Aquí solo hubo inundaciones, pero en los otros dos puntos de Breezy Point hubo incendios e inundaciones”.

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