Tapas, paellas y sangría

La comida del restaurante Barraca lo hará sentirse como en la madre patria

Héctor Sanz (izq)  y el chef  Jesús Núñez.

Héctor Sanz (izq) y el chef Jesús Núñez. Crédito: Fotos Cortesia: Carlos Andres Varela

Nueva York – En tiempos cuando las palabras fusión, mezcla, combinación y moderna son usadas constantemente para describir la comida de los mejores chefs, es refrescante escuchar el adjetivo “auténtico” cuando un nuevo restaurante abre sus puertas en la ciudad de Nueva York.

“Somos cien por ciento auténtica comida española, la palabra originalidad no tiene cabida en este concepto”, asegura Héctor Sanz, dueño del Restaurante Barraca, el cual tiene poco menos de dos meses sirviendo la comida tradicional de la madre patria desde el West Village, en Manhattan.

Como asegura Sanz, quien ya tiene la experiencia que le han dado Rayuela y Macondo, sus dos primeras aventuras gastronómicas, cuando le preguntas a la gente qué es lo primero que les viene a la mente cuando piensan en comida española, siempre van a decir, tapas, paellas y sangría, comidas que resumen el concepto de Barraca.

“Entonces le vamos a dar a la gente las mejores tapas, las mejores paellas y las mejores sangrías que Nueva York haya visto”, explica Sanz.

Promesa que cumplen con un amplio menú, donde resaltan las albóndigas de la abuela, preparadas en una deliciosa salsa de tomate; las croquetas de bacalao o las de pollo con setas, doradas por fuera y muy suaves por dentro; los pimientos de piquillo inesperadamente rellenos de carne de res (ver receta); y su gran variedad de cocas, una especie de “pizza” crocante coronada con diferentes ingredientes, dulces o salados.

“Si comes en Barraca y la semana que viene comes en Barcelona, vas a encontrar los mismos platos”, asegura Jesús Núñez, el chef ejecutivo, quien viene de trabajar en el restaurante Gastroarte, donde los platos modernos eran su carta de presentación. “Ha sido una transición interesante, pero la cocina moderna viene de la cocina de raíces, de los sabores auténticos”.

Barraca, que lleva el nombre de la compañía teatral ambulante creada en los años 20’s por Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí, ofrece además una gran variedad de paellas, como la de mariscos, la de arroz negro, la de fideua o fideos españoles y la de tierra, hecha con pollo, conejo y pato. Los comensales podrán disfrutar de una, dos o hasta de tres al mismo tiempo, ya que las paelleras del lugar vienen divididas para que se puedan cocinar y servir varias a la vez.

“Queríamos ser únicos en ese sentido. Estuvimos buscando este tipo de paelleras en España, hasta que las conseguimos y las trajimos a NYC”, explica Núñez, usando una vez más la palabra auténticas para describir sus paellas.

Con las sangrías si han querido ser un poco más atrevidos, y a diario tienen una especial, más las tres de la casa, en las que mezclan el vino con otros licores, como ginebra y ron, además de jugos y purés de frutas. Sus cocteles también son creativos, y entre ellos resalta uno hecho con higos y paprika y otro endulzado con membrillo y jengibre.

“Somos tapas, paellas y un laboratorio de sangría”, concluye Nuñez.

Barraca está ubicado en el 81 de la avenida Greenwich, en el West Village, Manhattan. Para más información, visite la página http://www.barracanyc.com.

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