No soporto a los amigos de mi pareja

Esperaste ansiosa que llegara el fin de semana para disfrutarlo en familia. Con las obligaciones de ambos y los chicos, de lunes a viernes todo es a las corridas por lo que la idea de parar un poco, aprovechar a tu pareja y pasar tiempo de calidad todos juntos es más que tentadora.

Salir a caminar por el parque, ver una película, comer fuera u organizar algo especial en casa… ¡son tantas las cosas que anhelas hacer en familia! Finalmente llegó el sábado y nada de lo que planeabas sucede: “los amigos de mi marido llamaron…” Todo ese tiempo que en un principio él dedicaría a su familia se escurrió en partidos, carreras, cervezas y otras actividades que no te incluían ni a ti ni a tus hijos.

Al principio, ver la importancia que tu pareja le otorgaba a la amistad te conquistaba y te esforzabas por superar la prueba de fuego de caerles bien. Sin embargo, el tiempo pasó: ustedes se casaron y formaron una familia mientras que muchos de los amigotes de tu esposo se divorciaron, están solos o -si están en pareja- pareciera ser que la regla “cada uno por su lado” es la que vale.

Cada quien su espacio, pero…

En fin, que ellos salgan y se reúnan a toda hora está perfecto, pero ¿tienen que sumar a tu pareja? Entendemos que está bien que cada uno tenga su espacio para hacer lo que le gusta y que tener amigos es elemental pues ellos son nuestros grandes confidentes, nuestros hermanos por elección; quienes nos acompañan en cada una de las distintas y cambiantes etapas de nuestras vidas.

No decimos que el precio del amor es perder a los amigos, pero está claro que las cosas no pueden ser iguales, porque casados, las prioridades se re definen y pasar todo el santo día con los amigos -cosa común en la adolescencia- muchas veces ya no puede ser una actividad central.

Que tu pareja tenga amigos habla muy bien de él, pero cuando estos representan un problema en la relación, algo está pasando. Puede que seas tú quien no se hace el tiempo necesario para verte con tus amigas y – a modo de escudo- le reprochas a tu marido cuando sale. Sin embargo, si por estar con ellos tu esposo simple y llanamente no está con su familia, es hora de hablarlo.

Es momento de hablar

Ante cualquier disgusto, el mejor remedio en una pareja es la comunicación: plantéale qué es lo que estás sintiendo y traten de encontrar juntos la solución. Hazle entender que no es que lo quieres prisionero en casa, pero que disfrutas mucho cuando pasas tiempo con él y tus hijos. Que es un miembro importante de la familia y que sus ausencias se sienten.

No es que le estamos pidiendo que elija “o ellos o yo”, sino encontrar un equilibrio entre las necesidades de todos. Para bien o para mal el tema “los amigos de mi marido” es concurrente en foros y en charlas femeninas. Están los que lo quieren llevar de fiesta en fiesta, los que caen en casa y se instalan todo el día, los que se emborrachan y también los que dependen de tu esposo para todo.

Como sea, son sus amigos, es él quien los elige como tales y eso hay que respetarlo. Hablándolo seguramente el podrá repartir su tiempo y tú tendrás ese fin de semana en familia que tanto anhelabas.