‘Macho’ venía cuajado de sorpresas en cada pelea

NUEVA YORK/Especial para EDLP — La muerte de Héctor Camacho, un pugilista que deleitó a los fanáticos del deporte de las cuerdas y la lona durante décadas es, sin duda, muy lamentable, más si tomamos en cuenta que fue un asesinato de la delincuencia que se vive en su tierra natal de Puerto Rico.

Mejor conocido como “El Macho” en el boxeo, el ex tres veces campeón mundial, quien se fajó en el cuadrilátero para conseguir la gloria de llegar a ser uno de los mejores pugilistas boricuas y de Latinoámerica, recientemente cayó abatido por las balas asesinas, debido a la lucha por el tráfico de droga, según se deduce.

Recordamos a Camacho como si lo estuiviéramos viendo en plena faena dentro del ring. Con su movimiento único de darle la espalda a su contricante durante gran parte del pleito y su extraña forma de desquitarse los golpes con rápidos movimientos de sus brazos, mediante giros de alante hacia atrás.

El vistoso puglista nos acostumbró a los reporteros que cubrimos muchos muchos de sus combates, a diversas ‘mañas’ pocas vistas en un boxeador, lo que indica que venía cuajado de sorpresas en cada cartelera.

Pero también demostró su destreza y buena preparación en cada tanda, donde consiguió vencer a verdaderas figuras internacionales y locales, principalmente en el Madison Square Garden, donde acostumbraba llenar las localidades, la mayoría de las veces con sus seguidores.

Indiscutiblemente, Héctor Camacho fue uno de los ídolos en las décadas de los ’80 y ’90.

Hay que recordar que Camacho se ‘fajó’ y venció a varios de los campeones más renombrados, entre los que recordamos a Sugar Ray Leonard, Roberto Durán y Rafael “Bazooka” Limón. También le dio una gran pelea a Julio César Chávez, considerado como uno de los mejores peleadores de todos los tiempos.

El presidente de la OMB, Francisco Valcárcel, dijo que Camacho abrió la puerta a muchos otros púgiles puertorriqueños.

Nueva York, especialmente “El Barrio”, Puerto Rico y los amantes del boxeo, recordarán por siempre a “Macho” Camacho, quien le dio prestigio en el ensogado al deporte de los guantes y la narices chatas.