Acaba una era, no el mundo
Desmienten mitos y rumores a supuestas profesías atribuídas al calendario Maya
Que la Tierra será impactada por el supuesto planeta Nibiru, que un meteorito caerá para exterminar a los seres humanos como ocurrió con los dinosaurios, que las llamaradas solares nos achicharrarán o que el hoyo negro al centro de la Vía Láctea se tragará el mundo.
Esas son algunas de las catástrofes que el imaginario popular le ha adjudicado al místico 21 de diciembre de 2012, fecha que coincide con el fin de un ciclo en la cuenta larga del calendario maya.
“El fin del mundo” es lo que han promovido los apocalípticos y algunos oportunistas de la mercadotecnia para este solsticio de invierno, sin embargo la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) ha tenido que salir a parar los rumores.
Científicamente la NASA ha dejado en claro que ninguna de esas teorías son factibles, que el tal Nibiru ni existe, que no hay ningún meteorito camino a la Tierra, que la actividad del Sol es normal y que cada año el sol se alínea con el centro de la Vía Láctea y no pasa nada.
“El mundo no se acabará en 2012”, tuvo que reafirmar la NASA en un comunicado emitido el mes pasado.
Respecto a la mala interpretación que se ha hecho del calendario maya, Policarpo Chaj, guía espiritual de los mayas quiché en Los Ángeles, aclaró que no existe tal profecía fatídica.
El 21 de diciembre de 2012 marcará el inicio de una era espiritual y no el fin del mundo, recalcó Chaj.
“Cada era es una oportunidad, así como los abuelos han calculado esta nueva era que vamos a empezar, va a ser una era en la que el ser humano alcanzará un nivel de conciencia de sí mismo, de su responsabilidad de proteger la naturaleza, de vivir como debimos haber vivido, buscar la paz y el entendimiento, no destruir”, mencionó el líder maya.
“Es más fácil que el ser humano se destruya a sí mismo a que del espacio llegue un apocalipsis y nos desaparezca”, comentó quien es director de la organización guatemalteca Maya Visión.
Rose Marie Joyce, arqueóloga de la Universidad de California en Berkeley, coincidió que ese día marca el fin de un ciclo en el calendario maya.
“Pero no es el fin del calendario, ni del mundo, ni tampoco existe alguna profecía de que vaya a pasar algo este día, es el fin del Baktún 12, es parte de la cuenta larga, e inicia el Baktún 13”, indicó quien es experta en inscripciones antiguas de mesoamérica.
Aseguró que hay personas que a pesar de no ser especialistas y ni siquiera descendientes de los mayas, están confundiendo y mezclando tradiciones y mitología de mayas y aztecas.
“Ninguno de los calendarios indica que habrá un fin del mundo”, recalcó Joyce. “De hecho hay inscripciones, en Palenque, que hacen referencia a fechas futuras, específicamente al año 4,772”.
El calendario maya de cuenta larga, dijo, tiene que ver más con un sistema matemático que astronómico.
“Es un sistema de lazo del tiempo, no hay muchos de ese tipo, a diferencia de los calendarios como de sol y de luna, se entiende como una cuenta absoluta del tiempo que empieza con las historias mayas de sus reyes y antecedentes místicos y de quienes serán sus descendientes en el futuro”, dijo la arqueóloga.
Policarpo Chaj explicó que los mayas cuentan con cuatro calendarios: lunar, agrícola, ceremonial y de conteo largo de 26,000 años.
“Yo no estudié el calendario maya como cuestión académica, pero lo aprendí en el vivir y convivir con los abuelos, aprendí a entender los diferentes calendarios, a interpretarlos y a aplicarlos en la vida diaria”, dijo Chaj.
El calendario de cuenta larga, explicó, entrará en el quinto ciclo de 5,200 años el 21 de diciembre de 2012, que significa la renovación del tiempo y el reordenamiento del mundo.
“Eso del fin del mundo no lo dijeron los mayas, sino personas que se acercaron a nuestra cultura y lo mal interpretaron”, reclamó Chaj.
“La cultura maya ama tanto la vida que siempre ha procurado buscar armonía con el tiempo”, señaló, “incluso ha tratado de humanizar el tiempo”.