Feligreses con más fe que coraje

Tras enterarse en misa de los 'errores' de Mahony dejan el tema 'en manos de Dios'

El Arzobispo José Gómez envió ayer una carta a los feligreses en la cual admite  abusos cometidos por sacerdotes.

El Arzobispo José Gómez envió ayer una carta a los feligreses en la cual admite abusos cometidos por sacerdotes. Crédito: <copyrite> La Opini.ón</copyrite><person>J. Emilio Flores< / person>

Muchos angelinos que asistieron ayer a la iglesia presenciaron una misa poco común. Durante el servicio dominical, los religiosos de ciertas parroquias leyeron a sus congregaciones una carta escrita por el Arzobispo José Gómez en la cual admitía los abusos sexuales cometidos por ciertos sacerdotes de la Arquidiócesis de Los Ángeles y pedía perdón a las víctimas.

La carta fue publicada el jueves pasado, momentos antes de que la Arquidiócesis de Los Ángeles revelara los archivos de los sacerdotes que abusaron sexualmente a niños. Según documentos publicados una semana atrás, el Cardenal retirado Roger Mahony y el Obispo Auxiliar, Monseñor Thomas Curry sabían de los abusos y trataron de encubrir a los curas responsables.

“Hermanos y Hermanas en Cristo: La lectura de estos archivos es brutal y dolorosa. El comportamiento que se describe ahí es tristísimo y terriblemente malo. No hay excusas ni explicaciones posibles sobre lo que pasó a esos niños. Los sacerdotes involucrados tenían el deber de ser sus padres espirituales, y fallaron”, describía la carta.

“Me alegro de que finalmente lo hayan admitido”, afirmó Terri León, de la Iglesia San Barnabas de Long Beach, tras escuhar la lectura de la carta alegrándose de que les hayan revelado los secretos de la iglesia.

“Ayer fue el día de los Boy Scouts y había muchos niños en la iglesia”, explicó León y contó que a una de sus amigas, madre de un niño de 10 años, le había molestado que hablaran del tema en presencia de los niños durante todo el servicio.

Carolina Gevara, vocera de la Arquidiócesis de Los Ángeles, explicó que la declaración del Arzobispo fue enviada a todas las parroquias, pero que cada iglesia tuvo la opción de leerla o no durante la misa.

La carta también fue leída en la Iglesia St. Charles Borromeo, en North Hollywood, a la que usualmente atiende el excardenal Mahony. El religioso no estuvo presente en la misa de la mañana.

Otras iglesias, como la Capilla de Nuestra Señora de Zapopan, también en North Hollywood eligieron no leer las declaraciones del Arzobispo y condujeron la misa como si nada hubiese ocurrido.

“Cada quien tiene su fe y no tiene nada que ver con la religión. No porque haya curas que hagan algo malo, quiere decir que todos los católicos son iguales”, expresó Antonio Alonso, un creyente que llegó a la capilla para escuchar la misa en español de las 11:30 a.m.

Muchos de los presentes incluso se negaron a opinar sobre el tema. “Las noticias nunca ponen la verdad”, comentó Jorge Romero y dijo que ni siquiera creía que las acusaciones de las últimas semanas fuesen ciertas.

“Yo no escuché que leyeran ninguna carta. Si la leyeron en inglés , ni me di cuenta”, indicó Ester Ramírez, quien acudió a la misa de Nuestra Señora de Los Ángeles, en la Placita Olvera.

En la carta escrita el jueves pasado, el Arzobispo Gómez señalaba que el Cardenal Roger Mahony había expresado su pesar por no haber protegido a los menores.

“Le he informado al Cardenal Mahony que él no podrá tener ningún tipo de responsabilidad administrativa o pública”, indicaba la carta, agregando que el Obispo Auxiliar, Monseñor Thomas Curry presentó su renuncia como Obispo Regional de Santa Barbara y ésta fue aceptada.

Al día siguiente de emitir dicha carta, el Arzobispo Gómez aclaró en un comunicado que el Cardenal Mahony, como arzobispo emérito, y el obispo Curry, como obispo auxiliar, seguirían siendo obispos con facultades en la Arquidiócesis de Los Ángeles “con plenos derechos para celebrar los Sacramentos de la Iglesia y servir a los fieles sin restricción”.

Guevara explicó que si bien Mahony y Curry habían sido relegados de sus cargos y obligaciones administrativas, mantendrían su estado sacerdotal religioso.

Julia Barban, que atiende todos los domingos a misa en Nuestra Señora de Los Ángeles, no estaba al tanto de las noticias del escándalo. Barban dijo que su fe era sólida y que no disminuiría por los recientes alegatos, pero que estaba de acuerdo con que se hiciese justicia.

“No es justo que haya padres que tapen los abusos. Eso no está bien y se tiene que hacer justicia”, aseguró.

Por su parte, Aurelio Aguilar, quien fue monaguillo hasta los 15 años de edad en Jalisco, Mexico, asegura haber visto “lo que estaba pasando dentro de la iglesia”.

“Hasta el Papa escondió todo esto. Pero ésta es la casa de Dios y siempre hay ojos mirando desde arriba. Dios es el verdadero juez y él nos va a castigar según las maldades que hagamos. La justicia en este mundo es sólo temporaria”, aseguró Aguilar al salir de la misa de Nuestra Señora de Los Ángeles.

Aguilar dijo que él no tiene hijos y que por ello la noticia le afecta de manera diferente, pero que no le sorprende las acusaciones de abuso sexual.

” Las acusaciones no afectan mis creencias. La fe es lo último que se pierde”, afirmó.

José Martín Alcantar en la Capilla de Nuestra Señora de Zapopan, expresó, por su parte que “todos somos independientes y cada cual vive su fe como quiere”.

“Si lo hicieron, pues qué mal y si no lo hicieron, también qué mal que los estén acusando”, indicó.

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