De todo un poco en La Pulpería

Nueva York — Sinónimo de bodega o “general store”, una pulpería en Latinoamérica es una de esas tiendas que ofrece todo lo que se busque, desde un trozo de carne hasta los fósforos para prender la estufa donde se cocinará.

Bajo ese concepto, el chef argentino Carlos Barroz acaba de abrir su primer restaurante en la ciudad, La Pulpería, donde los amantes de la comida latina conseguirán cualquiera de sus sabores preferidos.

“Tenemos tiraditos y ceviches de Perú, parrillada Argentina, sopa de mariscos de Brasil, empanadas suramericanas, pollo cocinado al estilo colombiano servido con una arepa de maíz con queso, tacos de langosta, entre muchos otros platillos de nuestra gastronomía”, explica el chef, quien tiene más de 12 años de experiencia en la cocina, con exitosos proyectos como el restaurante Quahog’s Seafood Shack, en Nueva Jersey.

Barroz experimenta mezclando lo latino con ingredientes y recetas de España, Portugal e Italia, obteniendo excelentes resultados, como la pasta pappardelle en salsa de costillas de res y la fugazzeta, una especie de pizza al estilo argentino con cebollas caramelizadas y trufas negras.

“Las recetas son todas propias. Generalmente me las imagino y luego empiezo con el proceso de mezcla de sabores”, señala el chef, quien como muchos otros inmigrantes comenzó trabajando como asistente de mesero en un restaurante. “Igualmente leo muchos libros de cocina viejos, de la época de nuestras abuelas. Me gusta aprender y ver cómo fue el principio de la cocina”.

Entre los platos más llamativos del lugar están las “pacu fish ribs”, unas costillas de pescado que a primera vista engañan a cualquier amante de las de cerdo. Mientras que la parrillada complace a los más carnívoros, con su combinación de lomo de puerco, morcilla, chorizo, molleja, falda y costillas, todo servido con papas fritas, ensalada de berro y una buena salsa chimichurri.

La Pulpería cuenta también con un “raw bar”, donde además de ceviches y tiraditos se sirven ostras, langosta, patas de cangrejo, camarones, entre otros mariscos. Los tragos son creación del mixólogo César Chávez, quien viene de trabajar en Apotheke, los cuales llevan llamativos nombres como Flaca Fresca, El Chilango y La Iguana Mezcalera, generalmente hechos con frutas tropicales.

La decoración del sitio trata de imitar el estilo rústico de las pulperías, “pero con un toque moderno”, donde resaltan las paredes de ladrillo y los pisos y techos de madera.

“Un lugar agradable, con un menú fresco donde se puede conseguir de todo un poco”, recalca Barroz.