Exguerrillero vuelve a defender dictador

El exguerrillero Danilo Rodríguez (d), abogado defensor del general golpista José Efraín Ríos Montt, habla durante una audiencia en Ciudad de Guatemala.

El exguerrillero Danilo Rodríguez (d), abogado defensor del general golpista José Efraín Ríos Montt, habla durante una audiencia en Ciudad de Guatemala. Crédito: EFE

Guatemala/EFE — El exguerrillero Danilo Rodríguez fue admitido ayer de nuevo como abogado defensor del general golpista José Efraín Ríos Montt, en el juicio por delitos de genocidio y lesa humanidad entre 1982-1983 que celebra un alto tribunal guatemalteco.

La jueza Jazmín Barrios, que preside el Tribunal A de Mayor Riesgo, permitió el regreso de Rodríguez, una vez éste explicó que no abandonó a su cliente y que su ausencia para el inicio del juicio, el pasado 19 de marzo, se debió a que Ríos Montt decidió a última hora reemplazar a su equipo de abogados.

El exguerrillero se unió a Marco Antonio Cornejo, en el quinto día del debate oral y público contra el anciano militar y su antiguo jefe de inteligencia, el también general retirado José Rodríguez.

El Tribunal continúa ayer escuchando los testimonios de los supervivientes de la matanzas atribuidas al ejército durante el régimen de facto que encabezó Ríos Montt, en el departamento noroccidental de Quiché.

Juan Saquic, de 49 años, originario de San Juan Cotzal, relató que los soldados llegaron a sus comunidades y quemaron entre 500 y 600 casas, lo cual les obligó a huir hacia las montañas, donde varios niños murieron de hambre y enfermedades.

Otro de los testigos, Francisco Oxlaj, describió que el Ejército llegaba de forma constante en 1982 a “matarnos, a perseguirnos”, pero “gracias a Dios nosotros pudimos correr”.

También manifestó que los soldados quemaron sus casas, el material de trabajo, cortaron los cultivos y mataron los animales domésticos. “Nos quedamos sin ropa”, añadió.

“Nosotros caminamos en la noche porque ellos venían a buscarnos al monte y a los cuatro días que regresamos encontramos a los muertos y los enterremos”, dijo.

Según Oxlaj, localizaron cinco mujeres y un menor asesinados. A una mujer, que identificó como Juana Solís, dijo, le cortaron la cabeza.

Un promedio de 10 a 12 supervivientes propuestos por la Fiscalía y los querellantes dan su testimonio cada día sobre lo que vivieron en sus comunidades durante el conflicto armado (1960-1996).

Mientras el Tribunal sigue escuchando los testimonios, en las afueras de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde se celebra el juicio, familiares de los militares procesados recolectan firmas para exigir al Tribunal un juicio justo.

La actividad fue convocada por la asociación Familiares y Amigos de Militares Accionando Solidariamente (Familias) por considerar que se ha violentado el derecho de los que son juzgados.

Una sobrina de Ríos Montt, Ingrid Argueta, dijo a periodistas que con las firmas exigirán una “justicia justa porque creemos que no hubo genocidio”.

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