Mexicanos crean vestuarios para Viacrucis de El Bronx (fotos)

La ropa que se usará en la Pasión de Cristo cobra vida en manos de una pareja de hispanos

Eva Muñiz se prueba un tocado para el papel de la Virgen ante la mirada de su esposo, Pedro Flores, en su hogar  de El  Bronx.

Eva Muñiz se prueba un tocado para el papel de la Virgen ante la mirada de su esposo, Pedro Flores, en su hogar de El Bronx. Crédito: Mariela Lombard / EDLP

Nueva York — Con una antigua máquina Singer en la sala de su modesto departamento, Eva Muñiz cose el vestuario para unos 25 actores del Viacrucis de la iglesia de San José, en El Bronx.

La mexicana, de 42 años, que interpreta a una de las mujeres que lloran la muerte de Jesús, hace equipo con su esposo Pedro Flores, la mente creativa detrás de los coloridos atuendos y sus accesorios.

Flores, un trabajador de la construcción de 46 años, expresó que el proceso inicia un par de meses antes de Semana Santa. Con paciencia observa escenas de películas de la Pasión de Cristo para obtener ideas y adaptar los materiales que consigue en tiendas de bisutería en Chinatown.

Usando su habitación como salón de costura, Flores, que hace el papel de Poncio Pilatos, traza túnicas y estolas en telas brillantes. El improvisado sastre comentó que cada atuendo cuesta cerca de $80, más caro de lo que se consigue en algunas tiendas de disfraces.

“El uniforme de un soldado romano se vende por $60, pero preferimos confeccionarlo como parte de una tradición familiar”, indicó. “Nos esmeramos en los detalles que una tienda no podría ofrecer”.

Vinil metálico con aplicaciones que simulan piel son parte de la flexible armadura que viste a las legiones romanas. Los atuendos incluyen estoperoles (adornos metálicos) que Flores y su esposa colocan a mano. Cada vestuario implica un día de trabajo y algunos pinchazos.

Ante un limitado presupuesto de $6,000 que feligreses latinos colectan mediante la venta de comida y donaciones, Flores recurre a su efervescente creatividad para lograr un vestuario impresionante con materiales comunes.

Una sandalia de verano, rociada con pintura dorada y adornada con tela brillante, se convierte en el calzado de un emperador. Un cepillo rojo para barrer la cocina se adapta con tornillos al característico casco imperial de los militares romanos, conocido como gálea.

Eva Muñiz, quien desde hace varios años cose el vestuario del Viacrucis para algunas iglesias de El Bronx, comentó que un sólo uniforme requiere de dos yardas de vinil metálico, que se consigue por $40 en tiendas de bisutería.

El valor total de los atuendos para los 25 actores — la mayoría puertorriqueños, dominicanos y mexicanos — que recrean el Viacrucis en la Iglesia de San José, en las inmediaciones de la Avenida Bathgate, se calcula en $2,000.

Muñiz, que desde 1989 trabaja en maquiladoras de la ciudad, destacó que la costura le ofrece la oportunidad de aportar a su comunidad.

La pareja, que participa activamente en las actividades de la iglesia, comentó que su voluntariado es un esfuerzo por mantener el tradicional Viacrucis con un vibrante toque latino.

Flores, quien en 1997 escribió el guión para el Viacrucis en la Iglesia de San José, expresó que en el pasado se usaban escenarios pintados a mano, pero en los últimos años se recurre a efectos visuales mediante la proyección de video, además de innovadores efectos de sonido que ofrecen mayor realismo y emotividad a la representación.

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