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Se quedan sin su ‘delivery’ de cocaína

Apresan pandilleros que vendían drogas a compradores de Wall Street

Unas 41 personas, pertenecientes a dos pandillas del bajo Manhattan, fueron arrestadas ayer bajo cargos de venta de drogas a domicilio a varios compradores de la zona de Wall Street y el Oeste de Manhattan.

Unas 41 personas, pertenecientes a dos pandillas del bajo Manhattan, fueron arrestadas ayer bajo cargos de venta de drogas a domicilio a varios compradores de la zona de Wall Street y el Oeste de Manhattan. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person> Humberto Arellano< / person>

Manhattan – Dos bandas de narcos que habían desarrollado un servicio de entrega de drogas a domicilio fueron desmanteladas ayer en una operación conjunta de la policía y la fiscalía de Manhattan.

Un gramo de cocaína en la calle se paga a $80 pero el valor añadido del servicio lo ponía en $120, entregándose en dos bolsas de medio gramo cada una a compradores que pagaban un 50% más en Wall Street y el Oeste del Alto Manhattan.

“Esta es una expansión del servicio de entrega a domicilio en Nueva York. Gente que no tiene que arriesgarse para comprar la droga si puede pagar el servicio”, dijo en rueda de prensa Cyrus Vance, fiscal de Manhattan.

Esa seguridad se les acabó ya que, según anunció el Comisionado de Policía Raymond Kelly, también se tomaran acciones contra ellos.

Un total de 41 personas, en su mayoría latinos y miembros de “Blocc Boyz”, grupo compuesto por las pandillas “Cash is King” y “Stack” han sido arrestados. Los narcotraficantes residían en el proyecto de viviendas públicas Baruch, ubicado en el este del bajo Manhattan y muchos habían ido a la misma escuela secundaria. Parte de la banda eran dos taxistas sin medallón, Derrell Underwood, 30 y Gerald Espinal, 60, que transportaban al Corredor con la mercancía. La entrega se realizaba desde el auto si el cliente salía a recogerla o llevándosela directamente a su domicilio.

“Cuatro de ellos han vendido más de $75,000 de droga y han supervisado a más de dos personas”, dijo Vance. Por ello han sido acusados de “Capos de la Droga”, de acuerdo a la nueva legislación tras la reforma de la Ley Rockefeller. Sean Steele Jr., 25 años, Anthony Álvarez, 30, Adrián Rivera, 24 y Michael Austin Rodríguez, 24, de ser declarados culpables podrían ser condenados hasta a cadena perpetua.

“Muchos de los sospechosos tienen un historial violento incluyendo asesinato, homicidio y agresión en pandilla”, informó Kelly quien anunció “vamos a revisar la violencia de la zona y ver si están relacionados con tiroteos del pasado”.

La investigación se inició hace 2 años por detectives encubiertos y los medios sociales han sido vitales en su arresto. Los pandilleros aparecen en ellos portando armas, mostrando dinero y joyas.

El presidente de la Autoridad de la Vivienda Publica de Nueva York (NYCHA), John Rhea calificó de tremenda victoria los arrestos. “No vamos a cesar hasta que eliminemos la criminalidad en los proyectos”.

Preguntado sobre qué iban a hacer con esos inquilinos respondió: “Lo primero es investigar si son inquilinos legales. De serlo se les finalizará el contrato por actividades indeseables. Si la investigación confirma que el resto de su familia no están implicados en el narcotráfico podrían quedarse siempre que firmen una estipulación por la que autorizan a NYCHA a visitarles sin previo aviso para comprobar que esa persona no vuelve a vivir allí.

“Hay cientos de personas que están en la lista de espera para acceder a una vivienda económica”, señaló Vance.

“La condena de una persona por un delito menor o mayor puede ser razón para denegar su solicitud de vivienda pública o para el desalojo de ese residente de vivienda pública dependiendo de la naturaleza del delito y la condena impuesta”, dijo la oficina de prensa de NYCHA.

En el exterior de las viviendas la persistente lluvia mantuvo a los vecinos en sus apartamentos y pocos de los que salieron aceptaron responder a nuestras preguntas. Daniel Martínez dijo llevar viviendo 8 meses y “no había notado nada”.

Una mujer, que solo se identificó como María y que vive en Baruch desde hace 25 años, informó que la redada estaba comentándose en el edificio. “Se supone que no debe haber tráfico de droga en los proyectos pero siempre se cuelan”, comentó.

“Muy bien”, dijo otra mujer hispana que no quiso que utilizaramos su nombre. “Debieron arrestarlos antes. Están contaminando nuestros vecindarios”.

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