Obama y primer ministro turco buscan resolver crisis en Siria

El presidente estadounidense se comprometió hoy con Recep Tayyip Erdogan a movilizar a la comunidad internacional

El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan habla durante una conferencia de prensa junto al presidente estadounidense Barack Obama.

El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan habla durante una conferencia de prensa junto al presidente estadounidense Barack Obama. Crédito: EFE / Michael Reynolds

Washington – El presidente de EE.UU., Barack Obama, subrayó hoy con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, la importancia de la responsabilidad compartida para resolver la crisis siria, en una rueda de prensa en la que también lidió con escándalos internos que está enfrentando como el del espionaje a AP.

“Continuaremos intentando movilizar a la comunidad internacional en su conjunto” para que el líder sirio, Bashar Al Assad, se dé cuenta de que “ya no tiene legitimidad y se tiene que ir”, afirmó Obama en la Casa Blanca en una rueda de prensa conjunta con Erdogan tras haberse reunido en privado con él durante unas dos horas.

Añadió que Estados Unidos sigue recolectando pruebas sobre el supuesto uso de armas químicas en Siria, algo que según la Casa Blanca sería cruzar “una línea roja”.

“Mi intención es asegurarme de que presentamos todo lo que sabemos a la comunidad internacional como un motivo adicional (…) para ejercer toda la presión que pueda sobre el régimen de Assad y trabajar con la oposición para lograr una transición política”, declaró Obama.

En la misma línea, Erdogan dijo que la participación de Rusia y China es “muy importante” para encontrar una solución al conflicto en Siria, que se ha cobrado ya la vida de más de 70,000 personas desde marzo de 2011, según la ONU.

Encontrar una solución a la crisis siria es “una responsabilidad colectiva de todos los países que creen en la democracia”, enfatizó Erdogan, quien aseguró que Turquía, que ya acoge a más de 300,000 refugiados sirios, mantendrá las “puertas abiertas” a los que sigan llegando.

El gobierno turco reclama a EE.UU. una mayor implicación para resolver el conflicto sirio, pero hoy Obama quiso dejar claro que “no hay una fórmula mágica” para lidiar con una situación “tan extraordinariamente violenta y difícil”.

En cuanto a las recién restauradas relaciones entre Turquía e Israel gracias en parte a la mediación de Obama, Erdogan adelantó su intención de visitar Gaza, “probablemente en junio”, así como Cisjordania.

Obama y Erdogan también hablaron hoy de la cooperación entre sus dos países en la guerra de Afganistán, así como de la importancia de que Irán no tenga un arma nuclear, lo que podría desencadenar una carrera armamentista en la región.

Además, ambos acordaron mantener la expansión del comercio y la inversión entre Turquía y EE.UU., y para ello anunciaron la creación de un comité bilateral de alto nivel que tendrá esa tarea.

Según la Casa Blanca, durante los últimos años el comercio bilateral ha crecido en un 75 % y las exportaciones estadounidenses a Turquía se han doblado.

En la rueda de prensa Obama tuvo que lidiar con preguntas sobre tres casos que en los últimos días están afectando a la imagen de su Gobierno y a la suya propia: el espionaje a la agencia AP, el escrutinio del Servicio de Impuestos a grupos conservadores y la gestión del ataque al consulado de EE.UU. en Bengasi (Libia).

Obama pidió hoy al Congreso que apruebe su proyecto presupuestario, presentado en abril, para que el Departamento de Estado pueda mejorar la seguridad de las misiones diplomáticas en el exterior y evitar así otro ataque como el ocurrido en Bengasi, donde murieron cuatro estadounidenses el 11 de septiembre de 2012.

La petición de Obama se produce tras las últimas acusaciones republicanas de que el Gobierno ocultó información sobre el ataque en Bengasi por razones electorales y después de que ayer la Casa Blanca divulgara unas 100 páginas de correos electrónicos internos y notas sobre ese suceso.

En cuanto al espionaje telefónico realizado a AP, Obama defendió la labor de su Gobierno para tratar de descubrir al responsable de una filtración que, según la versión oficial, “puso en peligro la vida de estadounidenses”.

Pero el presidente sostuvo también que “ahora es el momento” de revivir una ley de 2009 que busca lograr “el equilibrio adecuado” entre la protección de la libertad de prensa y la defensa de la seguridad nacional.

Sobre el escándalo del Servicio de Impuestos Internos (IRS), Obama insistió en que es “simplemente inaceptable que haya un simple indicio de partidismo o ideología cuando se trata de la aplicación de las leyes tributarias”.

Poco después de la rueda de prensa Obama nombró a Daniel Welfer como nuevo comisionado interino del IRS en sustitución de Steven Miller, quien renunció ayer, con el objetivo de “restaurar la confianza pública” en esa entidad, encargada de la recaudación impositiva.

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