Lamborghini muestra su proyecto ‘Egoista’

La firma italiana develó el prototipo ‘Egoista’ un vehículo para un pasajero desarrollado con el objetivo de potenciar el disfrute del conductor.

Un auto monoplaza para las calles: el Lamborghini 'Egoista'

Un auto monoplaza para las calles: el Lamborghini 'Egoista' Crédito: Lamborghini

El diseñador Walter De Silva presentó el flamante Egoísta para conmemorar los 50 años de vida de la firma. Es un auto monoplaza –con capacidad para un solo ocupante- prioriza la pasión y el corazón por sobre la lógica.

Creado para un público sofisticado, el nuevo concepto de Lamborghini es de lo más exclusivo y extremo en el mercado. Todo el auto, empezando por el increíble diseño exterior, tiene un único objetivo: potenciar las sensaciones de manejo. Con un exterior que podríamos definir como ‘musculoso’, se puede apreciar en su perfil una línea que reproduce la imagen de un toro listo a combatir. De frente se aprecia una triple división, donde la parte central se funde con la cabina.

La zona frontal apunta a mejorar la carga aerodinámica, mientras que la trasera cuenta con dos alerones integrados a la carrocería que se activan a alta velocidad para mejorar la estabilidad; todo en conjunto con una serie de tomas de aire que ayudan en la refrigeración del motor.

El Egoista toma su influencia de la aerodinámica de los aviones de combate, hecho que se ve representado en su sistema de luces, sus materiales y en su particular cabina. Las luces de LED indican la posición del Egoista en tres dimensiones, al igual que lo hacen en los aviones, ubicándose dos luces blancas en el frente, dos rojas detrás, una luz roja intermitente en la parte alta de la cola, dos naranjas como marcadores laterales y otras dos luces en el techo (roja y verde). A esto se le suman dos faros de xenón en la unión entre la zona central de la carrocería y de los laterales.

La carrocería ultraligera (compuesta por aluminio, fibra de carbono) tiene material que no pueden detectar los radares, al igual que las llantas. Los espejos cuentan con una graduación naranja antideslumbrante.

La particular cabina removible de fibra de carbono y aluminio que cuando es combinada con el resto del cuerpo forjan una unidad aerodinámica de avanzada. Este habitáculo cubierto por una cúpula está inspirado en el helicóptero Apache. En él, encontramos una distribución racional y funcional, con una butaca deportiva con cinturones de cuatro puntos, airbags, display en el parabrisas y el menor número de instrumentos posible. Para salir de la cabina, el conductor debe quitar el volante y abrir la cabina mediante un control electrónico.

Para dotar al Egoista de una capacidad y potencia de punta se instaló un motor V10 de 5.2 litros capaz de desarrollar 600 HP. Con esta creación Walter De Silva reune en un vehículo único las virtudes que conviritieron a Lamborghini en una de las firmas más deseadas del planeta.

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