‘Samba y Sake’ en el brindis de Copa

El astro brasileño Neymar (d) se entrena para su compromiso de hoy frente a Japón, que inaugura la Copa Confederaciones.

El astro brasileño Neymar (d) se entrena para su compromiso de hoy frente a Japón, que inaugura la Copa Confederaciones. Crédito: AP

BRASILIA, Brasil/AP — La selección de Brasil, animada por su reciente victoria de 3-0 ante Francia, pone en marcha la defensa de su título de la Copa Confederaciones cuando enfrente hoy a Japón en el inicio del torneo.

El duelo en el Estadio Nacional Mané Garrincha de Brasilia será una prueba de fuego para el entrenador Luiz Felipe Scolari, que hasta el momento no ha convencido mucho con el equipo que armó de cara al torneo, que sirve de preámbulo para el Mundial de 2014 en Brasil.

Neymar, recién contratado por el Barcelona, se perfila como la figura estelar de la selección brasileña, pese a que el talentoso atacante ha brillado poco en los últimos partidos del combinado auriverde.

Brasil ganó las dos últimas ediciones de esta Copa, en 2005 en Alemania y 2009 en Sudáfrica, y llega obligado a revalidar el título en casa. El duelo ante Japón será el primer indicador de las condiciones de la ‘canarinha’ de alcanzar su meta.

Y no tendrá al frente a un rival fácil. Japón fue la primera selección en asegurar su clasificación al Mundial de 2014 y la mitad de sus titulares juega en equipos europeos. El propio Neymar lo reconoció así.

“La selección de Japón mejoró mucho, es una gran selección con grandes jugadores”, manifestó Neymar en conferencia de prensa. “Honda y Kagawa son dos grandes cracks, tenemos que estar atentos porque pueden definir un partido”.

Aludió con ello a Keisuke Honda y Shinji Kagawa, dos de las estrellas del combinado nipón se perfilan como titulares en el partido de hoy.

“Sabemos que Brasil es un equipo fuerte pero queremos dar una sorpresa y ganar el partido”, adelantó el defensor Maya Yoshida, del Southampton de Inglaterra.

El accionar del equipo anfitrión ha dejado mucho que desear desde que Scolari asumió la dirección en noviembre, y ofrece pocas garantías de que llegará a 2014 en condiciones de alcanzar su añorado hexacampeonato mundial.

“Somos un equipo en formación que evoluciona a cada partido que disputa, ya con un poco más de acoplamiento y distribución táctica”, justificó Scolari antes de su último partido amistoso, ante Francia, que Brasil venció 3-0 en Porto Alegre.

Fue la primera victoria convincente de la verdeamarela, que no había logrado vencer a un rival de peso en toda la era Scolari. Pero fue también un nuevo partido sin goles para Neymar, el nuevo dueño de la camiseta número 10 de Brasil. El exSantos minimizó la ausencia de anotaciones. “Para mí no significa nada. Independientemente de hacer goles o no, voy a ayudar a la selección de otra forma”, expresó el delantero.

Dijo que “sé lo que represento para el fútbol, pero no me corresponde solo a mi sino a todos mis compañeros llevar a la selección brasileña al título”.

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